Promueve la adherencia de la vida marina que se encuentre próxima y contribuye a la regeneración del ecosistema
La empresa gijonesa Hacia el mar, especializada en la entrega de cenizas al océano, da un paso más en su contribución al cuidado del medio ambiente y lanza la Urna Ecolife. Este innovador producto se integra en el entorno y se transforma en un biotopo especial o arrecife, que promueve la adherencia de la vida marina que se encuentre próxima.
Ecolife es una evolución de las urnas biodegradables que ya se utilizan en las entregas al mar, que, en buenas manos, son inocuas para los océanos. “Ahora, no solo se respeta al medio marino sino que se contribuye de forma activa a su revitalización, en un contexto de contaminación, cambio climático y acidificación”, explica Sergio Quince, uno de los responsables del proyecto, que ha sido cofinanciado por Gijón Impulsa.
Ecolife es fruto de un largo proyecto de investigación que ha conseguido, de forma revolucionaria, aunar la sostenibilidad en cada despedida con un producto asequible y de fácil manejo. Su fabricación implicó diferentes análisis de materiales, para llegar a un producto 100% natural y exento de tóxicos.
La urna está diseñada con la suficiente resistencia como para soportar las condiciones del mar llegando al sustrato bajo la columna de agua. En este punto, las características de su superficie favorecen el asentamiento de esporas de algas y la colonización de especies presentes en el área. Se genera un arrecife efímero, que potencia el funcionamiento del ecosistema existente en el área de deposición. Precisamente, ‘Arrecife’ es el nombre del primer diseño de Urna Ecolife. Esta se degrada de forma natural en un periodo aproximado de 20 días.
Cada urna, un “ecohomenaje”
Apuntan desde Hacia el mar, presente en 20 puertos repartidos por toda la geografía española, que su objetivo es “trascender la mera conmemoración y transformar cada acto de despedida en una oportunidad para contribuir activamente a la protección y restauración de los ecosistemas marinos que sustentan la vida en nuestro planeta”. De esta forma, la urna pasa a ser un “ecohomenaje de respeto y sostenibilidad”.