«Utilicemos la Inteligencia Artificial todo lo que podamos y más, pero sigamos siendo humanos», destacó el catedrático
El catedrático Carlos López Otín, experto en Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, fue el protagonista este jueves de un acto en la avenida de José Manuel Palacio, en el que se inauguraron dos placas y una escultura en forma de molécula dedicadas a su persona, y que contó con la presencia de la alcaldesa Carmen Moriyón y los impulsores del homenaje, entre ellos Aquilino Argüelles y Rafael Avello.
«Utilicemos la Inteligencia Artificial todo lo que podamos y más, pero sigamos siendo humanos», destacó Otín durante su intervención, resaltando la importancia de aceptar nuestras imperfecciones. Otín compartió una anécdota personal para enfatizar que, pese a los avances de la IA, “a veces se precisa de la inteligencia humana y de objetos tan habituales como una escalera”. Expresó además su gratitud hacia quienes hicieron posible el acto y los que le acompañaron, y destacó su visión sobre el papel de la educación: «Yo no aspiro a crear un mundo de seres perfectos e inmortales», algo que considera “una barbaridad y una aberración”. En cambio, explicó que su objetivo es «crear un mundo mucho más educado y que después se tomen las decisiones de una manera más informada».
El catedrático también habló de su reciente visita a la Fundación Siloé, donde compartió con personas que “ven la realidad de una manera diferente”. Subrayó la importancia de reconocer los talentos únicos de cada uno y encontrar nuestro lugar en el mundo: «Todos tenemos dones, hay que descubrir cuál es nuestro lugar en el mundo».
Como parte del homenaje, Otín recibió un cuadro del artista asturiano Miguel Ángel Lombardía, del que dijo “me ha encantado”, y reflexionó sobre la obra de Joan Miró, valorando la “armonía y geometría” que busca en su trabajo.
La alcaldesa Moriyón elogió la iniciativa ciudadana de reconocimiento a Otín y expresó su admiración personal hacia el catedrático: “Estos sabios son los que nos van a dar una calidad de vida, más años y mejor». Asimismo, resaltó su generosidad al compartir no solo su conocimiento técnico sino también su visión de la vida: “Es un privilegio que lo tengamos en Gijón cada vez más… aquí tienes tu casa”.
Por su parte, Rafael Avello, uno de los promotores, declaró sentirse uno de los “miles de guardianes” de la figura y bondad de López Otín, remarcando la importancia de este tipo de homenajes como gesto de aprecio y reconocimiento.