La celebración de ‘La Borriquilla’, cita imprescindible el Domingo de Ramos, inicia el ciclo de marchas, que se prolongará hasta el día 20; devotos y aficionados mantienen un ojo atento al cielo, y ruegan o confían en que el tiempo de una tregua y no fuerce suspensiones
Un año más, Gijón ha vuelto a abrir sus brazos a la Semana Santa… Y, como dicta la tradición local, con un fervor digno de recuerdo. En el día de ayer, Domingo de Ramos, miles de personas se congregaron en las calles de Cimavilla, Begoña y Somió para contemplar el paso de ‘La Borriquilla‘, la primera de las procesiones que, hasta el próximo domingo, 20 de abril, se sucederán en la ciudad. Fue la primera de una serie de marchas procesionales que continuará mañana martes, con la del Silencio, y con la que, confían las cohortes de devotos y aficionados, el tiempo será benévolo. La idea fuerza colectiva es simple: nadie quiere que se produzcan suspensiones como las que se vivieron en la edición del año pasado.
Será a las 20 horas de mañana martes cuando la urbe asturiana albergue una de sus marchas más impresionantes, la del Silencio, protagonizada por las imágenes de La Flagelación y las Lágrimas de San Lorenzo, con punto de inicio en la iglesia de San Pedro y finalización en la de San José, pasando por puntos como Campo Valdés, las plaza Mayor y del Marqués, los Jardines de la Reina o la calle Marqués de San Esteban. Por su parte, el miércoles será el turno de la procesión del Encuentro, en la que participarán el Nazareno y la Verónica, que saldrán de San José a las 20.15 horas, y la Dolorosa y San Juan Evangelista, que hará lo propio de la iglesia de San Pedro a las 20.45, para reunirse a las 21.15 horas en la plaza Mayor, donde se leerá el sermón de rigor. El jueves el protagonismo lo acaparará el Vía Crucis, que se iniciará a las 20 horas en San Pedro, encabezada por el Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires, y el viernes, desde el mismo lugar y a la misma hora, hará lo propio la Piedad al pie de la Cruz, el Santo Sepulcro y la Virgen Dolorosa, máximos exponentes de la procesión del Santo Entierro.
En la penúltima jornada de marchas, el sábado será el día para los madrugadores, pues a las 9 horas comenzará desde San Pedro la Soledad de María, con los pasos de San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Soledad. Finalmente, el domingo 20 será el día de la Resurrección y, por extensión, del último encuentro de esta Semana Santa. El paso de la Resurrección saldrá de la basílica del Sagrado Corazón de Jesús a las 12, misma hora a la que, en la capilla de la Soledad, lo hará la Virgen de la Alegría; más tempranero será el paso de San Pedro Apóstol, que partirá de la iglesia homónima a las 11.45. Los tres se reunirán a las 12.30 horas ante el edificio de la antigua Pescadería Municipal, media hora antes de que, a las 13, se oficie una musa solemne en San Pedro. Y, al margen de las procesiones, el colofón lo pondrá el Lunes, de Pascua, a las 19 horas, la Eucaristía de Acción de Gracias, que se desarrollará, cómo no, en la iglesia parroquial de San Pedro. El programa completo de actividades puede consultarse aquí.
Por lo que respecta a ‘La Borriquilla‘, celebrada ayer, la comitiva partió de la capilla de los Remedios, en el ‘barrio alto’ de la ciudad, a las 12 horas y, con la imagen de Jesús de Nazaret como protagonista indiscutible, marchó sin incidentes hasta la iglesia de San Pedro, donde Javier Gómez Cuesta, párroco del lugar, bendijo las palmas portadas por buena parte de los fieles presentes; muchos de ellos, niños. A ellos, a los miembros de esa infancia, dedicó el clérigo unas sentidas palabras, recordando que, como sociedad, «necesitamos que haya vida y futuro», y llamando a la atención al Evangelio como forma de garantizar una feliz y sana convivencia. La nota musical la puso, al comienzo del multitudinario acto, la Agrupación Musical del Sagrado Corazón de Jesús, que interpretó los acordes de la ‘Marcha Granadera’, himno nacional de España.