La medida ha sido respaldada por una mayoría de países, mientras que España e Irlanda votaron en contra

La Unión Europea ha iniciado este miércoles el proceso para rebajar el estatus de protección del lobo en su territorio, tras el apoyo de 21 Estados miembros a la propuesta de la Comisión Europea para flexibilizar las normas de gestión de esta especie bajo el Convenio de Berna. Aunque la decisión final debe ser ratificada por los ministros en su reunión de este jueves, la medida ha sido respaldada por una mayoría de países, mientras que España e Irlanda votaron en contra. Bélgica, Chipre, Eslovenia y Malta optaron por abstenerse.
Alemania ha jugado un papel clave en este cambio, defendiendo la necesidad de compatibilizar la presencia de lobos y el ganado en su territorio. La modificación propuesta implica una reducción en el nivel de protección del lobo, pasando de «protección estricta» a «protección simple» dentro del Convenio de Berna, un tratado internacional de 1979 que regula la conservación de la fauna y flora silvestre en Europa. Este cambio es un paso previo a una posible revisión de las normativas comunitarias que regulan la gestión del lobo. La Comisión Europea debe presentar formalmente la propuesta antes del 27 de septiembre, para que pueda ser discutida en la reunión del Comité Permanente del Convenio de Berna, programada para la primera semana de diciembre.
La propuesta responde al aumento de conflictos entre la población local y los lobos en varias regiones de Europa, especialmente debido a los ataques al ganado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya había adelantado en noviembre de 2022 su intención de revisar el impacto de la recuperación de esta especie en los campos europeos, tras un incidente en el que un lobo mató a un poni de su propiedad.