Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, anuncia que hay acuerdo para que el ente tenga sede propia en Langreo

Primer domingo de Feria y las gaitas y tambores ya resuenan en las aceras del recinto Luis Adaro. No iban solos. La Banda de Gaites del Conceyu de Llangreo tenía escolta de honor. Dos topos, ella y él, vestidos con polainas y montera picona. Un homenaje al orgullo asturiano y a los túneles de las minas que atraviesan las tripas del concejo.
No fueron largos los discursos en el Auditorio de la Feria, pero sí que traían noticias frescas y un cierto sabor a futuro. Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio, anunciaba a los asistentes de que ya está “casi cerrado” el acuerdo por el cual el entre podrá disfrutar de sede propia en el concejo de Langreo. Será en una antigua casa de Duro Felguera, en el centro de La Felguera.
La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, por su parte, quiso hacer un resumen de las bases del futuro de su concejo. Gastronomía, naturaleza – “el 80% del concejo es zona rural”-, e industria. Lamentó el desmantelamiento de la térmica de Lada, pero quiso también ver esperanza en el mañana con propuestas como la futura planta de compostaje.

Tras los discursos, claro, llegó el momento de la fiesta. Las autoridades visitaron el stand de Langreo cuyo contenido, este año, está dirigido a la gastronomía. O más bien a la Gastrografía, la unión de tecnología y comida. Allí podremos participar en el primer concurso de fabada digital, un juego de realidad aumentada con gafas y realidad virtual.
Como punto final, las tradiciones. El bollu preñao y el vaso de sidra, cortesía de Langreo, a aquellos visitantes que se acercaron desde las cuencas a Gijón. Un reparto en el que hasta la alcaldesa y la consejera de Presidencia, Rita Camblor, se arremangaron para repartir las bolsas.