La fecha marcada en el mejor de los escenarios podría dilatarse aún más si la candidatura no prospera
La denominación de la cultura sidrera asturiana como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco será una carrera de fondo en toda regla. La candidatura que España presentará ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), no será declarada como tal hasta noviembre de 2023. Eso sería en el mejor de los casos, porque es posible que no pueda prosperar en ese tiempo y habría que esperar a otro año, según han explicado responsables asturianos impulsores de la candidatura en una rueda de prensa ofrecida este lunes.
Fue la pasada semana, tras la 89 reunión en Menorca del Consejo de Patrimonio, convocada por el Ministerio de Cultura y Deporte, se anunció que ‘Cultura sidrera asturiana’ será la candidatura oficial a Patrimonio Cultural Inmaterial que España presentará ante la Unesco. El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Asturias, Pablo León, ha informado de los plazos. La candidatura será presentada en el mes de marzo del año 2022, dado que el 31 es la fecha límite.
A partir de ahí, la Unesco deberá informar el 30 de junio si evalúa la candidatura española o no. Esta cuestión va a estar muy condicionado por el número de alternativas que se presenten desde otros países, dado que anualmente la Unesco evalúa unas 50 candidaturas y España ya cuenta con varias. En caso de que se supere ese trámite la ‘cultura sidrera asturiana’ sería formalmente candidata a ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial y técnicos de la Unesco harían una serie de comprobaciones durante varios meses, en un proceso que podría alargarse hasta octubre de 2023.
Reunión del Comité
Así las cosas, será en el mes de noviembre de 2023 cuando se produzca al fin la reunión del Comité Intergubernamental de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Allí podría ser aprobada definitivamente la candidatura asturiana. De lo contrario, habrá que esperar a otro año. En la rueda de prensa de este lunes han intervenido, además de Pablo León, han participado los consejeros de Cultura, Política Llingüística y Turismo, y de Medio Rural y Cohesión Territorial, Berta Piñán y Alejandro Calvo respectivamente, además del director de la Cátedra Universitaria de la Sidra de la Universidad de Oviedo, Luis Benito García, y el presidente del consejo regulador de la denominación de origen protegida (DOP) Sidra de Asturias, Guillermo Guisasola.
Todos han mostrado su satisfacción por el hecho de que España promueva la candidatura y han señalado en que hay motivos de sobra para que sea declarada como tal. Guisasola ha dicho que es «imprescindible» vincular la candidatura con el consejo regulador que preside y ha dicho que son órganos como el que dirige los que se encargan de velar por que se siga produciendo con métodos tradicionales y obteniendo la máxima calidad. «Si no es sidra natural no es sidra, es otra cosa«, ha dicho Guisasola en su intervención, después de insistir en que toda la sidra de la DOP se realiza con manzana asturiana.
En Asturias son más de treinta de los aproximadamente ochenta llagares los que cuentan con la certificación de DOP. Según Guisasola, el 80% de la producción de sidra natural asturiana se queda en Asturias y el resto se exporta a mercados como el ingles, según el presidente del consejo regulador. «Los expertos que nos visitan se sorprenden de la calidad del producto y reconocen que en Asturias se hace la mejor sidra natural del mundo», ha dicho. El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, ha dicho que es hora de que los asturianos empiecen a «creérselo un poco» y que no tengan complejos. «Somos referencia de la sidra en España y tenemos la oportunidad de serlo ahora en el mundo«, subrayan.