La región está entre las siete con menos defunciones atribuibles al calor; lideran la lista Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, mientras que el total nacional fue de 771 defunciones, 85 más que en el mismo mes de 2023
Los efectos del calor sobre la salud de los españoles ya han comenzado a plasmarse en el tétrico balance de defunciones de este verano. Según datos hechos públicos este viernes por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), durante julio España registró un total de 771 muertes atribuibles al exceso de temperaturas, 85 más que en el mismo mes del año pasado. Y ni siquiera Asturias se ha librado; en la región se produjeron una decena de defunciones, lo que sitúa el Principado como la séptima comunidad con menos mortandad de cuantas conforman la geografía española.
EL documento en cuestión revela que, a escala nacional, la peor semana fue la peor, cuando se produjeron hasta 337 fallecimientos. En la semana siguiente, entre el 29 de julio y el 4 de agosto, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas ha calculado un total de 246 muertes causadas por el calor. Por su parte, el mes de julio comenzó con un total de 37 fallecimientos por esta causa en su primera semana, que fueron aumentando conforme avanzaron los días, subieron a 49 en la segunda semana; a 102 en la tercera y, finalmente, a 337 en la última, sumando la cifra de 771 fallecimientos por tal razón, de un total de 33.688.
Por sexos, de las 771 defunciones por calor, hasta 459 se produjeron en mujeres. El resto, 312, se registraron en hombres. Por edad, las mayores cifras se notifican en personas que superan los 85 años, con un total de 356 defunciones. En suma, fallecieron 455 personas por calor mayores de 65 años. En las personas de entre 65 y 74, se registraron 18 muertes por esta causa y, entre los de 75 y 84, un total de 73. Por otro lado, fallecieron un total de 13 españoles con edades comprendidas entre los 45 y 64 años por el exceso de temperaturas. Finalmente, por comunidades autónomas, la región con más muertes ha sido Madrid, con 208, superando a Castilla y León (96) y a Castilla-La Mancha (75). Le siguen Cataluña (73), Andalucía (69), Galicia (61), Aragón (55), Comunidad Valenciana (45), Extremadura (30), La Rioja (12), Navarra (11), Asturias (10), País Vasco (7), Murcia y Canarias (6), Baleares (4) y Cantabria (1). Ceuta ha registrado una muerte por exceso de calor y Melilla ninguna.
Recomendaciones del Ministerio de Sanidad
Por todo ello, a mediados de julio el Ministerio de Sanidad recordó que la exposición a temperaturas ambientales elevadas puede provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador humano. Además, el calor excesivo puede alterar las funciones vitales si el cuerpo humano no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal. También insistió en que una temperatura muy elevada produce pérdida de agua y electrolitos que son necesarios para el normal funcionamiento de los distintos órganos. Así, en algunas personas con determinadas enfermedades crónicas, sometidas a ciertos tratamientos médicos y/o con discapacidades que limitan su autonomía, estos mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados más fácilmente.
Desde un enfoque biológico, la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor (el cual cursa con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas tales como inestabilidad en la marcha, convulsiones, coma e incluso la muerte). Así, Sanidad facilitó un decálogo de recomendaciones generales para tener en cuenta durante todo el verano, con el objetivo de minimizar los daños que las personas pueden sufrir a consecuencia del calor. En primer lugar, Sanidad aconseja beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice. Además, se deben evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, se debe prestar especial atención a bebés, menores, mujeres embarazadas o lactantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor (como las enfermedades cardíacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así como el abuso de drogas o alcohol). Entre otras recomendaciones, Sanidad aconseja permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite. Además, se debe procurar reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día, así como usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
Tampoco se debe dejar nunca a una persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas). Asimismo, se debe consultar a un profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas. Sanidad también aconseja mantener las medicinas en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar composición y sus efectos. Además, recomienda hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor, como ensaladas, frutas, verduras, zumos…