En la que ya ha sido clasificada como la tormenta geomagnética más intensa registrada en las últimas dos décadas, las luminiscencias se han podido ver desde lugares como el cerro de Santa Catalina o el mirador de la Providencia
Descritas con todo lujo de detalles por miles de exploradores y marineros a lo largo de los siglos, a menudo aderezado con pinceladas más propias de la mitología que de la realidad, las auroras boreales se han convertido en uno de los fenómenos atmosféricos que más fascinación, sorpresa y, en los últimos tiempos, también selfies alimentan por todo el globo. Fruto del impacto de las partículas solares con el campo magnético terrestre, en lo que se conoce como ‘tormenta geomagnética’, en el imaginario popular estas luminiscencias multicolores suelen ser asociadas con las latitudes polares, y no con los cielos de Escocia, de Suiza, de Francia… Ni de España. Y, sin embargo, este viernes la magia de la meteorología regaló a buena parte de Europa uno de dichos fenómenos, fotografiado por millones de curiosos, y que, en el caso de nuestro país, ha podido verse en lugares tan dispares como Galicia, Cataluña, Valencia… O Gijón.
Así, las redes sociales han amanecido hoy pobladas de publicaciones que recogieron el impresionante momento, toda una rareza en el firmamento asturiano. En el caso de la que es la mayor ciudad del Principado, algunas de esas instantáneas fueron tomadas por el meteorólogo Pablo Heres (@pablogijon) desde el cerro de Santa Catalina, una de las mejores ubicaciones para disfrutar del acontecimiento, al igual que otros puntos elevados como el mirador de la Providencia o el camino de San Lorenzo. Por si fuera poco, el buen tiempo que reinó este viernes hizo aún más fácil ser testigo de un hecho, según alertó hace varios días el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, es la respuesta a la tormenta geomagnética más poderosa de cuantas se tiene constancia en los últimos veinte años. Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) ha confirmado esta mañana ese punto explicando que no es nada frecuente encontrar auroras boreales en latitudes tan bajas.
Habrá que ver cuánto tiempo transcurre hasta que algo así vuelva a darse en Gijón. ¿Siglos? ¿Años? ¿Meses? ¿Unos pocos días, quizá? Sólo queda esperar…
También se han visto en Oviedo y en otros puntos de la región.
Podría nombrarse y no dejarlo acotado solo a Gijón