Sanz Montes recuerda su último encuentro con el Papa: «Su tarea no era sencilla, al suceder a figuras tan significativas como Juan Pablo II y Benedicto XVI»

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha rendido homenaje este lunes de Pascua al Papa Francisco, fallecido recientemente, subrayando su «estilo personal» y su «cercanía entrañable hacia los más débiles». En una comparecencia pública junto al vicario general, Adolfo Mariño, y el vicario de Cultura y Relaciones Institucionales, Jorge Juan Fernández Sangrador, Sanz Montes ha recordado el pontificado del Papa como una etapa marcada por el compromiso social, la humildad y el esfuerzo por hacer presente a la Iglesia en los márgenes de la sociedad. «Su tarea no era sencilla, al suceder a figuras tan significativas como Juan Pablo II y Benedicto XVI», señaló el arzobispo, quien hizo un balance «apresurado pero agradecido» de los doce años de pontificado del Papa argentino. Destacó su defensa clara de los más vulnerables, mencionando especialmente a «inmigrantes, refugiados y víctimas de guerras y catástrofes naturales».
Ataviado con su hábito franciscano, Sanz Montes rememoró su último encuentro con el Pontífice en la plaza de San Pedro y quiso mostrar su gratitud hacia un Papa que eligió el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís. «Fue una elección que me llenó de alegría», confesó, valorando la «impronta decisiva» que el santo ha dejado en su pontificado. Durante su intervención, también repasó las cuatro encíclicas del Papa Francisco: Lumen Fidei, redactada en colaboración con Benedicto XVI; Laudato Si’, sobre el cuidado del medioambiente; Fratelli Tutti, un llamado a la fraternidad universal; y Dilexit Nos, su última reflexión sobre la ternura del amor divino hacia la humanidad.
Entre los gestos más impactantes del Papa, el arzobispo destacó su primer viaje a Lampedusa y su imagen solitaria bajo la lluvia en la plaza de San Pedro durante la pandemia. «Allí se veía a un padre que asumía el dolor de la entera humanidad», expresó. También recordó el momento en que el Papa rompió a llorar ante la imagen de la Inmaculada por no poder ofrecerle la paz en Ucrania, gesto que le inspiró a escribir el artículo Las nuevas lágrimas de Pedro. En memoria del Papa Francisco, este mediodía han repicado las campanas en la Catedral de Oviedo, la Basílica de Covadonga y en todas las parroquias de la diócesis. Sanz Montes ha adelantado que se celebrarán misas en sufragio por el alma del Pontífice en todas las comunidades cristianas de la diócesis y que la Catedral de Oviedo acogerá una misa exequial una vez celebrado el funeral oficial en Roma. El Arzobispo expresó también su deseo de poder asistir a las exequias en Roma, recordando que estuvo presente en el funeral de Juan Pablo II pero no en el de Benedicto XVI.
Por su parte, el Ayuntamiento de Oviedo, tras el anuncio del Gobierno central de luto oficial, ha anunciado que las banderas ondearán a media asta en el Consistorio los próximos tres días en señal de respeto.