La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Gobierno del Principado de Asturias ha publicado la convocatoria de subvenciones de rehabilitación energética en edificios existentes en pueblos de municipios de reto demográfico. Se trata de una iniciativa para reducir el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono en la zona rural. Las condiciones de la convocatoria se pueden consultar en la edición de hoy del Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). Se trata de un programa financiado por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
Municipios de menos de 5.000 habitantes
Los concejos denominados de «reto demográfico» que se pueden acoger a esta línea de ayudas para la rehabilitación energética son aquellos de menos de 5.000 habitantes, aunque también está abierta a los concejos no urbanos de hasta 20.000 habitantes, siempre y cuando sus entidades singulares de población no superen los 5.000 habitantes.
Ayudas para la rehabilitación energética en los pueblos
Estas ayudas dirigidas a los habitantes de los pueblos se pueden emplear para actuaciones de rehabilitación energética tanto en viviendas individuales como en edificios colectivos. También se pueden acoger los de uso administrativo, escuelas, consultorios médicos o instalaciones culturales.
Las actuaciones subvencionables tienen que ver con la envolvente térmica, el uso de energías renovables en las instalaciones térmicas de calefacción, climatización, refrigeración, ventilación y agua caliente sanitaria. También se tendrá en cuenta la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones de iluminación.
Dependiendo de las circunstancias sociales, de eficiencia energética o si se trata de una actuación integrada, las ayudas pueden llegar a cubrir el 100 por ciento de la actuación. El mínimo de cobertura es un 50 por ciento del coste exigible. Las ayudas se pueden solicitar hasta el próximo 31 de diciembre. Las actuaciones objeto de ayuda serán seleccionadas por riguroso orden de presentación de las solicitudes correspondientes hasta el agotamiento de los fondos.
Por Marta Pérez
