Las catorce formaciones del Antroxu gijonés confirman que aquellas afectadas por el descarte de tres de los veintiún lugares solicitados acudirán al Recinto Ferial a partir de este fin de semana, y prometen que «se volverán a oír tambores en las calles»

No ha sido una solución perfecta. De hecho, plantea unas cuantas dudas, y motiva a mantener la lucha de cara al futuro… Pero, al menos, habrá Antroxu en Gijón el año que viene. Las catorce charangas, verdaderas protagonistas del Carnaval en la ciudad, han aceptado las batería de soluciones al problema de los espacios para ensayar propuesta el martes por Divertia, después de que la Concejalía de Medio Ambiente diese el visto bueno a dieciocho de los veintiún emplazamientos solicitados, y han accedido a que aquellas formaciones afectadas por los tres descartes acudan al Recinto Ferial ‘Luis Adaro’ desde este mismo fin de semana. Así lo han expresado públicamente por medio de un comunicado en el que, no obstante, advierten de su descontento conque este arreglo pueda ser duradero, y alertan de su voluntad de continuar presionando a la Administración local.
«Estas medidas no se adaptan a nuestras reivindicaciones, y seguiremos reclamando el uso de los espacios que veníamos utilizando tradicionalmente, así como el de nuevos emplazamientos que puedan surgir», sentencian en el escrito, insistiendo en que lo harán «buscando siempre la convivencia con la comunidad gijonesa». Y es que, aunque el arreglo con Divertia, especialmente la aprobación de esas dieciocho localizaciones, «supone un avance», la consecuencia inmediata es que, hasta que entre en funcionamiento el espacio definitivo para ensayar en el que ya trabaja el Ayuntamiento, algunas charangas quedan «seriamente damnificadas». Y sí, podría parecer que ese efecto negativo queda diluido por la habilitación del ‘Luis Adaro’; sin embargo, como las agrupaciones llevan advirtiendo desde que dicha posibilidad se pusiese sobre el tapete, el Recinto Ferial está demasiado lejos del centro, lo que plantea problemas de tiempo en tanto los ensayos deben compaginarse con las obligaciones académicas y laborales de los participantes.
No obstante, por el momento esa cruzada quedará en suspenso, al menos, hasta que pase el Antroxu de 2026; de hecho, aseguran las charangas, ya se ha fijado una nueva reunión con Divertia al término de tales celebraciones, con la mirada puesta en «asegurar la continuidad de nuestra actividad». Mientras tanto, es el espíritu antroxero el que, en forma de los tan ansiados ensayos, dominará la escena. Y se trata de un motivo de alegría nada desdeñable para unas agrupaciones dispuestas «a seguir llenando de música nuestra ciudad cada febrero. Somos cultura y queremos ensayar. ¡Se volverán a oír tambores en las calles!».