Gobierno y oposición manifiestan su descontento ante la voluntad del Ministerio de rescatar un proyecto de los años 90 que, en su momento, desató protestas vecinales y fue finalmente tumbado por la Comisión Europea
Como la mecha que se consume rápidamente, hasta alcanzar el cartucho de dinamita, en la tarde de ayer todos en Gijón aguardaban en tensión el estallido de reacciones, tanto desde la escena política como vecinal, tras conocerse la voluntad del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de suprimir el túnel del futuro vial de Jove, y rescatar un proyecto en superficie ya presentado en los años 90, muy contestado entonces y, finalmente, tumbado por la Comisión Europea. Y esas respuestas no tardaron de llegar, en forma de goteo, pero con un denominador común: ya sea con mayor o menor intensidad, todas las fuerzas representadas en la ciudad han manifestado su descontento y decepción ante lo que entienden como una involución. Tanto es así que la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) ha convocado una concentración en la rotonda del Arbeyal a las 16.30 horas de este jueves, a la que sucederá una reunión de la directiva para valorar las movilizaciones con las que, muy probablemente, tomar las calles.
La alcaldesa, Carmen Moriyón, quien ha confirmado su asistencia a la movilización de hoy, fue una de las primeras en manifestar su postura, pocos minutos después de concluido su encuentro con el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano. «Lo ocurrido con el vial de Jove, un proyecto esencial para la ciudad, supone un agravio a Gijón sin precedentes, y requiere de una respuesta rotunda a nivel político y social», clamaba la regidora en las últimas horas de la tarde. A su juicio, el golpe de timón del Gobierno nacional confirma que «en el mes de mayo, al borde de unas elecciones, hubo quien antepuso los votos a la verdad», en referencia a «aquel anuncio de la ministra Raquel Sánchez junto a dirigentes socialistas autonómicos y locales, y su influencia en el proceso electoral inmediatamente posterior», que fue, en su opinión, «un fraude a la ciudadanía». Moriyón, no obstante, prometía «ir con los vecinos hasta donde haga falta», así como que el dinero ahorrado en el cambio sobre el proyecto revierta directamente en otras infraestructuras que la ciudad tiene proyectadas. «Esta vez, Madrid va a cumplir con Gijón», sentenciaba. «No queda otra».
Sus palabras eran contestada a media mañana de este jueves, en el parque del Lauredal, por el secretario general del PSOE local, Monchu García, quien no ha eludido afear los ataques de la alcaldesa contra la ministra Raquel Sánchez. «Si alguien tiene que pagar, en el Ministerio o en la Casa Blanca, que pague, pero que hable de fraude electoral alguien con la credibilidad que tiene la señora Moriyón me parece hasta de vergüenza«, planteaba. Sin embargo, esa nueva tensión entre ambas fuerzas no eclipsaba los efectos de las noticias sobre el vial. «Nos sentimos frustrados, decepcionados y profundamente enfadados; no es de recibo que ahora, treinta años después, se ponga encima de la mesa una solución que ya se descartó cuando los vecinos pelearon aquí», ha recalcado. Para él, «no puede plantearse llevar el tráfico de camiones pesado para llevarlo al alto del Cerillero, y volver a sacarlos a 400 metros de Cuatro Caminos, en la Casa del Mar. Es inadmisible». Y ha concluido que la necesidad de esa zona «es de ciudad, es histórica y ya no puede esperar más. Es lamentable que tengamos que estar en esta situación, y volver atrás es desesperante«.
Aún más visceral se ha mostrado el portavoz municipal de Izquierda Unida, Javier Suárez Llana. «¿Y todavía se extrañan de la crisis de credibilidad de las instituciones? ¿A qué Ministerio nos creemos, al de 2023 que licitó las obras o al de 2024 que dice que no son viables?», se preguntaba, no sin clamar porque «alguien debe asumir responsabilidades por el enésimo incumplimiento de Transportes con Xixón, una ciudad a la que somete a un maltrato institucional permanente desde hace décadas». Más aún, Suárez Llana ha sugerido que la alternativa actual, sin soterramiento, » lo que hace es trasladar el problema de la contaminación y el ruido de Príncipe de Asturias a Xove, creando una barrera entre la zona urbana y la periurbana. Y todo para, en palabras del secretario de Estado, mantener tráfico de algunas mercancías por Príncipe de Asturias. Es decir, ¿el nuevo vial no va a acabar con el trafico portuario por La Calzada? ¿Veinte años para esto?«. Finalmente, ha llamado a que el Consistorio convoque con urgencia una Junta de Portavoces «para explicarnos en detalle la reunión y articular una respuesta conjunta de ciudad. Necesitamos unidad de acción, política y social«.
Similar, aunque más condensada, ha sido la reacción de Olaya Suárez, líder local de Podemos. Desde su punto de vista, «puede haber problemas con el túnel proyectado, pero esto que proponen no soluciona nada: es un despropósito, es absolutamente inaceptable y Xixón tiene que plantarse». La reflexión de fondo es clara: «¿Nos sirve de algo que los camiones dejen de pasar en superficie entre La Calzada y El Natahoyo para pasar a circular en superficie entre La Calzada y Jove? ¿Qué es lo que prometía el PSOE hace menos de un año en campaña electoral? ¿No sabían que había viviendas en los alrededores?». Su conclusión no es otra que la confirmación de que «se ríen de los vecinos del oeste de Xixón día sí y día también; por eso vamos a reclamar a la alcaldesa que convoque de inmediato el Consejo Social».
La última en posicionarse, aunque no con menos virulencia, era la edil de Vox, Sara Álvarez Rouco, para quien «el descaro del Ministerio de Transportes hacia los compromisos con Gijon supera cualquier expectativa». Porque el proyecto del vial «vuelve a la casilla de salida, pero peor; se entremezcla con el tramo Lloreda-Veriña, y tratan de endulzarnos el trago con el bulevar de Príncipe de Asturias». El resultado será, a su juicio, «una carretera a cielo abierto súper contaminante física y acústicamente. Nos preguntamos qué nuevo argumento es ese de las viviendas y la residencia de mayores para derribar un proyecto que lleva décadas esperando. ¿No había casas y residencia antes?«. Finalmente Rouco se posicionaba sobre la posibilidad de destinar el dinero ahorrado al proyecto del Plan de Vías, «otra broma macabra del Ministerio, porque no es más que una nueva excusa para dilatarlo en el tiempo». La despedida de la líder de Vox era un llamamiento a que el Consistorio «exija diligencia y transparencia», y a que el Principado «deje de tapar los desmanes de sus jefes de Madrid y actúe coordinadamente con Gijón para sacar a la ciudad de este pantanal en el que el PSOE ha convertido el déficit sangrante de infraestructuras que padecemos».