De acuerdo con datos oficiales, durante los dos mandatos del actual presidente Adrián Barbón se han contabilizado 21 osos adultos muertos, casi el doble que durante los años de legislatura del expresidente Javier Fernández

La aparición de un oso pardo muerto hace apenas diez días en Degaña ha generado creciente preocupación entre entidades conservacionistas, que han alertado del aumento en el número de ejemplares que han aparecido muertos en los últimos años, varios de ellos con claros indicios de relación con el furtivismo. Así, el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) ha advertido este martes del aumento de osos pardos muertos en Asturias a lo largo de las últimas cuatro legislaturas, señalando un incremento especialmente significativo en la actual. La organización apunta que el Principado ha registrado un récord histórico en el número de ejemplares adultos fallecidos, y muestra su preocupación ante posibles causas no naturales en varios de los casos.
Según Fapas, la localización de osos muertos en caminos, prados o próximos a cursos fluviales ha sido frecuente, y en muchos casos no existen signos visibles de muerte natural. Solo cuando se encuentran evidencias claras, como trampas en el cuerpo, se plantea la posibilidad de que la causa haya sido provocada. En la mayoría de las ocasiones, relatan sin embargo, las muertes son atribuidas oficialmente a accidentes, peleas o atropellos. La organización recuerda que esta legislatura se ha caracterizado por un “espectacular incremento” en el número de osos muertos, muchos de ellos en circunstancias que, según Fapas, podrían estar relacionadas con la caza furtiva. De acuerdo con datos oficiales, durante los dos mandatos del actual presidente Adrián Barbón se han contabilizado 21 osos adultos muertos en seis años, casi el doble que durante los siete años de legislatura del expresidente Javier Fernández, en los que se registraron 11 casos.
Fapas también advierte que en los dos últimos años se han batido récords, con un total de 10 ejemplares fallecidos, algunos de ellos atrapados en lazos de caza. Esta situación preocupa especialmente a la organización, que considera que supone “un antes y un después” en la conservación del oso pardo en la región. La ONG ambientalista señala además que la desaparición de una unidad específica de gestión de la naturaleza en el organigrama del Principado ha debilitado la protección de esta especie. A su juicio, la actual distribución de competencias en dos consejerías diferentes ha derivado en “una descoordinación y desprotección sin precedentes”.
El contexto de esta alerta se suma a hechos recientes como el hallazgo, el pasado 18 de julio, de un oso macho muerto con un lazo en el concejo de Degaña. El animal, de 170 kilos, fue localizado junto al río Degaña tras una llamada de aviso al 112. La Patrulla Oso del Gobierno autonómico confirmó el suceso, y tanto el Seprona como el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Sobrescobio ya trabajan en su análisis y en la investigación del caso. Fapas recuerda que el oso pardo cantábrico estuvo al borde de la extinción en los años 80 y que su recuperación ha sido uno de los logros más destacados de la conservación de fauna en Europa. Por ello, la organización insta a las autoridades asturianas a reforzar la vigilancia y recuperar políticas eficaces para garantizar la continuidad de esta especie emblemática.