Natalia González: «Lo más probable es que las obras no estén concluidas al inicio del próximo curso»
El informe técnico del colegio público Rey Pelayo de Gijón determina que será necesario demoler la mayor parte del suelo de la planta baja del centro educativo, tras el derrumbe de este en un aula de infantil, además de otros trabajos para reforzar la estructura. Así lo han explicado la concejala de Educación del Ayuntamiento Gijón, Natalia González, y el director de Obras Públicas y Proyectos de Ciudad, Pedro Guerrero, sobre el informe del colegio Rey Pelayo.
González, a este respecto, no se ha atrevido a indicar una fecha para la vuelta de los alumnos, ahora repartidos entre los colegios Escuelona y El Llano, aunque ha reconocido que es probable que las obras no estén concluidas al inicio del próximo curso escolar. Ha indicado, asimismo, que están pendientes de que se celebre una reunión con la Consejería de Educación, en la que participarán técnicos de la Administración regional y local y en la que se determinará el grado de responsabilidad en la ejecución de las obras.
Guerrero, en su caso, ha explicado que seguramente habrá que demoler el suelo de la planta baja, si bien no en su totalidad, al haber partes del edificio más nuevas, que no datan de 1968, fecha de construcción del colegio. Asimismo, en el resto del edificio habría que reforzar la estructura, como ya lo está uno de los porches que da contra la calle Severo Ochoa, en aquello que sean distancias largas entre pilares, no las cortas como pasillos.
Será necesario también reparar puntualmente los pilares que están en contacto con la zona de acceso principal del centro, que tiene como una jardinera que a lo largo de los años ha dado problemas de humedad que afectaba a la citada estructura. Ha aclarado que son reparaciones habituales de estructura que no conllevan «ningún trabajo especial ni específico». «No hay ningún peligro», ha agregado.