El cierre de la línea Sekurit de la multinacional afectará a los 160 puestos de trabajo que hasta ahora se mantenían en la región
El anuncio hecho el pasado lunes por la multinacional francesa Saint-Gobain sigue dando de qué hablar en la agenda política regional, sindical y avilesina. La compañía de vidrio informaba de su decisión de cerrar una de sus líneas de producción de la factoría de Avilés dedicada a la fabricación de parabrisas para coches y dejará así sin empleo a los 160 trabajadores con los que cuenta, según datos de los sindicatos. Fuentes de la empresa han informado de que el proceso de cierre de la división debería estar cerrado para el mes de junio tras negociar con los sindicatos. De dichas negociaciones dependerá, además, la cantidad de empleados a los que afectará el expediente de regulación de empleo (ERE) por cese de actividad que se pondrá en marcha.
Al parecer, la decisión ha estado motivada por las pérdidas que arrastraba esta línea de producción ubicada en Avilés para la multinacional y que arrastran desde 2021. También han informado a la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, que el cierre de la planta responde a la situación del mercado de sector del automóvil, en plena transformación desde hace cuatro años y con márgenes de rentabilidad cada vez más reducidos.
Tanto Roqueñí como el resto de representantes del Gobierno del Principado han intentado reaccionar y ver «si hay un margen de maniobra y capacidad para reconducir la situación», como expresó este martes el consejero de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez. El Ejecutivo regional ha trasladado a Saint-Gobain su contrariedad por la decisión de cierre de la línea de fabricación de vidrio para automóviles y ha instado a la compañía a minimizar el impacto de la medida, con quien mantiene un diálogo constante.
Por su parte, el presidente del Principado, Adrián Barbón, expresó su deseo de que la negociación que se abriese estos días entre los sindicatos y la Saint-Gobain sirva para salvar «cuantos más puestos de trabajo mejor». En cuanto trascendió el comunicado, Barbón, calificó lo ocurrido como «mala noticia»: «Siempre que hay un ERE es una malísima noticia». También, instaba a las organizaciones sindicales a llevar a cabo su trabajo, «que siempre el Gobierno de Asturias apoya» para salvar los empleos.
La portavoz de IU-Convocatoria por Asturias, Delia Campomanes, ha calificado esta medida como «un nuevo mazazo» que su grupo parlamentario rechaza «de forma frontal» y ha pedido el «máximo consenso» para defender la continuidad de la línea productiva en la comunidad.
CCOO habla de «clara intencionalidad»
El secretario general de CCOO de Industria en Asturias, Damián Manzano, se mostró bastante contundente con sus opiniones sobre la decisión de la compañía francesa. Ha pedido que no se reste importancia a la «deslocalización de libro» que Saint-Gobain está planteando para la línea de producción avilesina, ya que en su opinión, la empresa lleva «mucho tiempo» tratando de llevar a cabo esta operación por la que están en peligro 160 puestos de trabajo.
Manzano considera que desde hace tiempo, estaban «preparando el escenario» para ejecutar este cese de actividad y le consta que durante estos meses, los trabajadores consideran que la empresa ha estado «haciendo acopio de materiales» de cara a la «posible conflictividad» que se desarrolle. Al apreciar la «clara intencionalidad» de la empresa, Manzano ha apelado a la unidad entre organizaciones sindicales, instituciones, políticos y el conjunto de la ciudadanía, porque «no se puede perder una actividad que da un importante valor añadido a la fábrica de Saint-Gobain en Avilés».
La «crónica de una muerte anunciada» para los grupos de la oposición
Al margen de los responsables del Gobierno autonómico, el resto de grupos de la oposición también ha dado a conocer sus distintas opiniones sobre la marcha de la filial Sekurit de la región. Para Gonzalo Centeno, diputado de Vox en la Junta, lo ocurrido ha sido la «crónica de la muerte anunciada sentenciada por el socialismo», debido a la contribución de sus políticas a «la deslocalización del empleo» al incrementar «los costes eléctricos y de las materias primas por esa ensoñación ecosostenible impuesta por la Agenda 2030». A su juicio, «España y Asturias están perdiendo soberanía energética».
La diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, se apresuró a mostrar su «solidaridad y apoyo» a los 160 trabajadores afectados de la línea avilesina y ha visto el caso de Saint-Gobain como ejemplo de lo que ocurre cuando se desarrollan «fondos buitre sin control en empresas estratégicas», algo que constituye «la muerte para Asturias». «Son estas operaciones especulativas las que argumentan nuestra vehemente reivindicación para que Asturias disponga urgentemente de un Fondo de Participación Pública en empresas estratégicas implantadas en nuestro territorio», apunta Tomé. Se trata de una herramienta que frena las deslocalizaciones, al obligar la devolución de ayudas públicas, y que ya lleva años implementada en el País Vasco, según la diputada.
Por último, el portavoz de Foro, Adrián Pumares, demostró que a la formación no le pillaba por sorpresa la «malísima noticia» del cierre, debido a las pérdidas que registraba Sekurit desde hace años. Por ello, y aunque ya «llueve sobre mojado«, ha reclamado al Gobierno asturiano buscar fórmulas que permitan que el impacto de este cierre sea «el mínimo posible» y esquivar las repercusiones negativas que el cierre o los despidos en la fábrica tendrían tanto para los familias como para la comarca de Avilés y todo el Principado.