Cuando fue rescatada, presentaba elevada delgadez, así como problemas pulmonares que le provocaban dificultades de flotabilidad
Agentes del Medio Natural y personal del Centro de Experimentación Pesquera y del Acuario de Gijón han liberado una tortuga boba a unas 20 millas frente a la costa occidental. El ejemplar fue recogido el 26 de junio en estado grave en el Puerto de El Musel.
Según informa el Principado, la evolución de la tortuga en estos meses ha sido favorable. En el chequeo realizado a principios de mes se observó una evidente mejoría de sus capacidades natatorias y de incremento de peso, hasta alcanzar los 54 kilos. Por ello, se decidió liberarla lo antes posible para que pudiese continuar su ruta migratoria.
El animal, una hembra, permaneció desde su rescate en las instalaciones del Acuario de Gijón, donde recibió un cuidado exhaustivo y seguimiento de sus capacidades natatorias y de flotabilidad, así como los tratamientos veterinarios pertinentes. Durante su estancia, también se ha procedido a estudiar y documentar todo el proceso.
Destaca el Principado que esta experiencia piloto ha permitido reforzar la coordinación entre el acuario y los organismos implicados en la gestión de la biodiversidad, como las direcciones generales de Medio Natural y Pesca Marítima.
Cuando fue rescatada, presentaba elevada delgadez (49 kilos), así como problemas pulmonares que le provocaban dificultades de flotabilidad. Tras un primer chequeo en el que se le realizaron radiografía y analíticas para descartar la existencia de algún traumatismo, arte de pesca o plástico en su interior, se trató con antibioterapia, suministro de vitaminas y estimulación del apetito.
En 2019 se rescató otro ejemplar en la playa de Serantes (Tapia de Casariego) que, tras recibir tratamiento en el centro de recuperación de animales del Principado, fue liberado dos meses después.