La presidenta madrileña, acompañada por el líder del PP asturiano, Álvaro Queipo, aprovecha la gala de entrega del Premio ‘Tomás Antuña’ al Centro Don Orione para calificar el socialismo y el comunismo de ideologías «hemipléjicas de ver la vida»
Si hay un mérito que se debe reconocer a Isabel Díaz Ayuso es su capacidad para que ninguna de sus intervenciones, ya sean de cuño propio o elaboradas por su equipo, pase desapercibida. Y ayer, en Llanes, ese hecho volvió a constatarse. Coincidiendo con la entrega, en la Vega de La Portilla, del I Premio ‘Tomás Antuña’, otorgado al Centro Don Orione de Posada de Llanes por su labor social en favor de las personas con discapacidad, la presidenta de la Comunidad de Madrid y una de las primeras espadas del PP nacional cargó frontalmente contra el Gobierno que lidera el socialista Pedro Sánchez, acusándolo de buscar con sus políticas, de manera deliberada, la quiebra total de la unidad del país. Un discurso, el suyo, que contó con el beneplácito del presidente de los populares asturianos, Álvaro Queipo, quien expresó su compromiso de trabajar codo con codo con Ayuso para que «el fin de Pedro Sánchez llegue lo antes posible«.
«Ahora mismo hay un proyecto de la Moncloa que lo único que quiere es romper el sentido nacional de nuestro país«, aventuró la madrileña, antes de advertir que de que «la ideología lo come todo«, y de que tanto el «socialismo desorejado» como el «comunismo» no son más que ideologías «hemipléjicas de ver la vida«. Más aún, Ayuso elevó la apuesta y afirmó que ambos planteamientos de izquierdas «compran» a generaciones enteras «a través de la subvención, para que los jóvenes, las clases medias y todos los españoles, por uno u otro motivo, dependan de la Administración y del poder político». Fue en ese punto cuando hizo gala de su habitual argumentario, advirtiendo, siempre según su punto de vista, de que «trabajamos para que la mitad de la recaudación se la lleve Hacienda, a manos de unas leyes sectarias que no están hechas por las personas que han creado puestos de trabajo, ni pensando en ellas, sino para que unos tiren del carro y otros vivan de los que tiran del carro«. Una clara referencia a la próxima aprobación, por parte del Consejo de Ministros, del proyecto de ley para asumir hasta 83.252 millones de deuda de todas las comunidades autónomas. Frente a ello, Ayuso concluyó recordando a las cerca de 250 personas congregadas en Llanes que «del socialismo se sale y, cuando se sale, es para mucho tiempo«.
«¿Qué hace el socialismo asturiano? Defender al lobo y no al ganadero, y prohibirle por ley cuidar los montes para que luego ardan»
Álvaro Queipo, presidente del PP asturiano
Más mesurado en las formas y en el mondo que la madrileña, Queipo, tras elogiar la gestión de su compañera como ejemplo de «proyecto confiable, directo, constructivo y, lo más importante, libre«, aterrizó el discurso en la realidad asturiana. Y, dentro de esa estrategia, los candentes asuntos de los incendios forestales y del lobo ibérico fueron los primeros cartuchos que el presidente del PP regional disparó. «¿Qué hace el socialismo asturiano? Defender al lobo y no al ganadero, y prohibirle por ley cuidar los montes para que luego ardan«, clamó para, acto seguido, instar al Ejecutivo del socialista Adrián Barbón a que revierta esa dinámica. A fin de cuentas, para Queipo «no es lógico» que el Gobierno asturiano «impida a los ganaderos desempeñar su labor en los montes ensanchando o reabriendo pistas, o desbrozándolas», toda vez que «sin su trabajo estamos absolutamente desprotegidos«. Claro, que para él la única forma realmente efectiva de cambiarlo sería que se produjese un cambio a la cabeza del Gobierno asturiano, al igual que del nacional; por ello, Queipo terminó expresando su voluntad de trabajar con a codo con Administraciones como la madrileña para que «el fin de Pedro Sánchez llegue lo antes posible» y, con ello, se pueda «reconstruir España de la mano de Alberto Núñez Feijóo«.
Aunque eclipsado por el componente político de la velada, el gran protagonista de la misma fue, o debió haber sido, el Centro Don Orione, ganador del Premio ‘Tomás Antuña’, concebido para honrar la memoria del alcalde llanisco homónimo, fallecido el año pasado. Radicado en Posada de Llanes, desde su fundación el Don Orione se ha convertido en un auténtico referente, a escala general, en la mejora de la vida de las personas que padecen alguna forma de discapacidad. Un compromiso, el de la entidad galardonada, que Queipo elogió al afirmar que «acciones como la vuestra nos mejoran como sociedad y pavimentan el camino hacia un mundo mejor«. También al difunto Acuña dedicó un recuerdo, describiéndolo como «un hombre bueno que, después de una vida entregada a los demás como médico de familia, quiso seguir aportando a la sociedad llanisca desde la política«. Hasta Ayuso se permitió admirar la vida y obra del difunto que da nombre al premio, enfatizando «la generosidad y la profesionalidad de Tomás«, y «cómo encarnaba esta España real, la esforzada, la España excelente, la que no puede perderse por nada del mundo«.
Fuera Ayuso