En cuanto al tabaco, se inician en Asturias a los 16,3 años, frente a los 16,6 de la media nacional
La Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (Edades 2022) publicada por el Ministerio de Sanidad refleja que la edad media en la que se inician las personas en el consumo de alcohol es de 16,3 años (frente al 16,5 de la media nacional). Los resultados de la encuesta relacionados con Asturias han sido presentados este jueves en Oviedo por la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez, y del sociólogo y técnico de Salud Pública, Antón González.
El alcohol y el tabaco son las sustancias psicoactivas que comienzan a consumirse de manera más temprana en todas las comunidades autónomas de España. En lo que se refiere a la edad media de inicio del consumo de tabaco se sitúa en Asturias en 16,3 años, frente a los 16,6 de la media nacional. Según Lidia Clara Rodríguez los datos de la encuesta registran una tendencia a la disminución del consumo de alcohol y tabaco en el tramo de edad de 15-24 años. El número de personas que han participado en la encuesta en Asturias es de 1.296.
Edades 2022 incorpora un módulo especifico sobre cinco patologías de salud mental de relevancia en la sociedad actual: ludopatía, ansiedad, depresión, insomnio y adicción a drogas. Sus resultados muestran que el 17% de la población asturiana de 15 a 64 años declara haber sido diagnosticada en algún momento de su vida con alguna de las patologías citadas, siendo las diferencias tanto por sexo como por edad, relevantes y significativas. Así, las mujeres multiplican casi por tres el porcentaje de hombres, mientras que las personas de 35 a 6-4 años multiplican por dos al del grupo más joven.
La prevalencia de las cinco patologías en el Principado se ordena de mayor a menor porcentaje desde la ansiedad, que afecta en algún momento de la vida a una de cada 10 personas, seguida de la depresión (7,6%) y el insomnio (6,1%). Adicción a drogas y ludopatía son declaradas solo por el 0,5%. Por sexo y edad se observan diferencias relevantes en las tres primeras. Concretamente las mujeres multiplican por 4 la prevalencia de padecer ansiedad y depresión frente a los hombres y casi por 2 el insomnio. Por su parte la mayor edad multiplica por 4 la probabilidad de padecer depresión, casi por 2 la de padecer insomnio y por 1,5 la ansiedad.