El Gobierno del Principado de Asturias será la primera comunidad autónoma en implantar una figura pionera en las empresas, los agentes de igualdad. La publicación hoy en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) del acuerdo alcanzado con la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y los sindicatos mayoritarios para su creación, así como su inscripción en el registro de convenios colectivos, supone el arranque oficial de esta figura, que podrá empezar a operar en las empresas. Los agentes se encargarán de supervisar el cumplimiento de las medidas en materia de igualdad en las empresas.
¿Cuál es la función de los agentes de igualdad?
La creación de la figura de los gentes delegados de igualdad se presenta como «un instrumento facilitador del mejor cumplimiento de la normativa sobre igualdad en el ámbito laboral, con la tarea de acompañar en la puesta en marcha y desarrollo de los planes de igualdad en las empresas, los protocolos de prevención de acoso y por razón de sexo en el trabajo, y contribuir a la consecución de la igualdad retributiva entre mujeres y hombres en el Principado de Asturias», según recoge la publicación del texto oficial en el BOPA.
Entre sus objetivos figura, por lo tanto, contribuir a reducir la brecha salarial, asesorar y colaborar en la mejora de las condiciones de igualdad del ámbito laboral.
En cuanto a su operatividad, su actuación se realizará, en equipos de composición mixta empresarial-sindical que dependerán orgánica y funcionalmente de las organizaciones firmantes del Acuerdo, llevando a cabo los objetivos y actuaciones que se determinen por la Comisión de Aplicación, Interpretación y Seguimiento del Acuerdo.
Cuatro agentes el primer año
La creación de la figura de los agentes de igualdad es un medida de la la Dirección General de Igualdad, dependiente de Nuria Varela, que ha coordinado las reuniones con la patronal y los sindicatos hasta alcanzar el acuerdo. El presupuesto para el primer año ya incluye una partida de 74.000 euros para financiar la labor de cuatro agentes en Asturias.
El Gobierno del Principado ha calificado esta medida de «innovadora y pionera en España».
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