La Dirección General de Agua asegura que la diferencia entre el estado real de la red y el recogido en el proyecto de la EMA elevaría en exceso el coste, una decisión que retrasará de nuevo la solución a las filtraciones al Piles

La construcción del nuevo colector para el río Peñafrancia, el mismo que permitirá paliar los vertidos de aguas residuales al cauce del Piles, tendrá que seguir esperando. Y puede que, esta vez, durante no poco tiempo. Tal como la directora general del Agua del Principado, Vanesa Mateo, notificó al Ayuntamiento de Gijón este miércoles, el gobierno autonómico ha optado por rescindir el contrato de la primera fase del proyecto elaborado la Empresa Municipal de Aguas (EMA), después de haber detectado en la red un volumen de daños mayor del inicialmente recogido. Sobre la mesa está ahora el futuro de la segunda fase, que también deberá ser revisada, y que desde el Consistorio confían en que pueda iniciarse «cuanto antes», sin depender de que la primera se empiece.
Tal como tanto la propia Mateo, como el concejal de Urbanismo, y presidente de la EMA, Jesús Martínez Salvador, aclararon ayer, la diferencia entre lo redactado en los pliegos y lo hallado sobre el terreno generaría un coste añadido de hasta un 60% sobre el valor del contrato, que el pasado diciembre se adjudicó a Vialon TC y a Civis Global, coaligadas en una unión temporal de empresas (UTE), por 962.200 euros. Se trataría, en suma, de un margen de aumento muy por encima del límite del 20% contemplado en la legislación de contrataciones públicas, lo que obliga a echar por tierra el actual proceso, y a iniciar una nueva licitación toda vez que el proyecto sea revisado y adecuado a la realidad presente. «Desde la Consejería Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico nos hemos puesto a disposición del Ayuntamiento con el fin de colaborar en la búsqueda de las mejores soluciones, que tendrán que ser incorporadas desde la EMA en la modificación del proyecto», señaló la directora general. Una vez hecho eso, «procederemos sin demora a su licitación».
No obstante, más sentida ha sido la noticia en el ámbito municipal, después de que, a primeros de año, un primer retraso obligase a trasladar la fecha de inicio de las obras del trimestre inicial de 2023 a junio, decisión a la que sucedió la postergación hasta septiembre, a fin de no causar problemas al tráfico en plena temporada estival. Aun así, Martínez Salvador agradeció al Principado «su interés en continuar adelante con el proyecto», y reiteró que la fase dos, que ya adjudicó la EMA por importe de más de 1,8 millones de euros, «si se comprobara que es correcta, se podría empezar para no acumular otro retraso más, y tener el tiempo necesario para volver a redactar la fase uno». Ahora bien, si se repitiese lo sucedido con la fase uno, también sería preciso reelaborar ese pliego.