Ambas, una Guardia Civil fuera de servicio y una técnico auxiliar de enfermería, realizaron por turnos la RCP al accidentado hasta que pudo llegar la UVI móvil. Su rápida actuación salvó la vida del herido
La rápida y coordinada actuación de una agente de la Guardia Civil y una técnico auxiliar de enfermería fue crucial para salvar la vida de un ciclista de 76 años que sufrió un grave accidente en la carretera AS-355, entre La Peña y Frieres, el pasado 25 de octubre. El accidente ocurrió a las 10:40 de la mañana cuando el ciclista se vio obligado a frenar de emergencia y cayó sobre la calzada, colisionando después contra un vehículo que se incorporaba a la vía desde un camino forestal. Aunque el ciclista, vecino de Sama de Langreo, llevaba casco, sufrió una herida grave en la cabeza.
Pocos instantes después, una agente de la Guardia Civil, que se encontraba de vacaciones y circulaba por la misma carretera, se percató del accidente. Al detenerse, observó la escena: un vehículo en mitad de la carretera, un casco de ciclista en el suelo y una persona sangrando. La agente informó de inmediato al número de emergencias de la Guardia Civil, 062. En ese momento llegó también una joven sanitaria que, tras identificarse, colaboró con la agente para realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) al ciclista, quien se encontraba inconsciente, sin pulso y sin respiración. Durante aproximadamente 25 minutos, ambas mujeres se alternaron en la reanimación, siguiendo instrucciones telefónicas del personal del SAMU. Finalmente, el ciclista recobró la consciencia, y tras la llegada de una UVI móvil, el equipo sanitario continuó con el tratamiento de emergencia.