La consejera de Salud, Concepción Saavedra, no descarta la puesta en marcha de una unidad multidisciplinar específica para tratar a dichos pacientes, que tendría su sede en el HUCA
Han pasado exactamente cuatro años y once días desde que, el 14 de marzo de 2020, el decreto del estado de alarma paralizase España entera para tratar de cerrar la puerta al coronavirus, y poco más de ocho meses desde que se declarase el fin de la crisis sanitaria. Sin embargo, las heridas abiertas por la pandemia todavía persisten en Asturias, visibles… O no. Porque la consejera de Salud del Principado, Concepción Saavedra, ha informado este lunes de que son 464 personas las que han sido diagnosticadas COVID persistente en dicha comunidad autónoma.
En ese grupo, ha explicado, puede haber diferentes niveles. Con estos pacientes se trabaja dentro de los circuitos asistenciales con toda la parte de Fisioterapia, con de psicología y, en caso de que sea hospitalario, a través de los servicios de medicina interna. «Es un proceso asistencial que requiere muchísima colaboración y coordinación entre todos los actores para poder dar la atención suficiente a estas personas», ha señalado Saavedra. Así, y teniendo en cuenta la «complejidad» de los casos, la consejera no ha descartado la puesta en marcha de una unidad multidiscipliar para COVID persistente, que se instalaría en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la definición para el caso o condición postCOVID «aquella que tiene lugar en personas con historia de infección SARS CoV-2 probable o confirmada, normalmente a partir de tres meses desde el comienzo de COVID-19 sintomática, y si la duración de los síntomas es de, al menos, dos meses, y no puede ser explicada por un diagnóstico alternativo pudiendo presentarse tras la recuperación de un episodio agudo o persistir tras la enfermedad inicial». También se le conoce como ‘síndrome postCOVID’ o ‘COVID persistente’.