Los dos sindicatos mayoritarios atacan los riesgos que entraña la «transferencia de cargas de trabajo a otras comunidades» y la «falta de personal» aplicadas por RENFE; la protesta, que se desarrollará este jueves, suprimirá dos de los doce trenes diarios

La voluntad de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) es firme: habrá huelga en el servicio AVE que RENFE presta en Asturias este jueves. Así de simple, claro y directo. Durante esa jornada, dos de los doce trenes que cubre los trayectos hacia y desde el Principado serán suprimidos, en atención a unos servicios mínimos que los sindicatos mayoritarios consideran «abusivos», sin que los maquinistas que deberán prestarlos hayan sido aún avisados de ello, y por cauces adecuados, por la compañía. Aun con sus desajustes, es la forma que ambas organizaciones han encontrado para protestar contra la progresiva pérdida de personal en la plantilla, consecuencia directa, afirman, de la «transferencia de cargar de trabajo a otras comunidades». Una estrategia de la compañía que, advierten los convocantes de la movilización, entraña no sólo perjuicios para el empleo asturiano; también riesgos para la seguridad de tripulaciones y viajeros.
Así, entre las exigencias puestas sobre el tapete figuran que los puestos de trabajo generados por el aumento de frecuencias tras la apertura de la variante de Pajares «se queden» en la región. De detallar ese aspecto se ha encargado este martes el responsable ferroviario de CCOO, Ignacio Guzmán, quien ha manifestado que parte del trabajo que antes se realizaba desde el Principado se ha desviado a otras bases operativas, con la consiguiente merma de empleos. «Los puestos de trabajo que se están generando gracias al tirón turístico deberían quedarse aquí, en Asturias», ha señalado Guzmán, trazando una estela que ha seguido su homólogo de UGT, Francisco Barros. En palabras de este último, los sindicatos llevan ya «dos años reclamando a la empresa que mantenga las cargas de trabajo históricas de Asturias», sin resultados positivos. En ese sentido, Barros ha alertado de que, si no se refuerza la plantilla, la situación empeorará con las jubilaciones previstas. «Es lamentable tener que llegar a una huelga, pero la empresa no ha dado respuesta a nuestras peticiones», ha ahondado.
Convoyes con un único interventor para 600 viajeros… O sin ninguno
Siempre a tenor de lo trasladado por ambas organizaciones sindicales, en la actualidad la plantilla de Larga Distancia destacada en Asturias la forman cuarenta maquinistas, aunque sólo 32 de ellos están operativos; por su parte, se dispone, en teoría, de una veintena de interventores, si bien sólo dieciséis permanecen en activo. Todo lo anterior supone que algunos trenes estén circulando con un único interventor o, incluso, sin ninguno, lo que Guzmán ha calificado de «grave irregularidad» y de situación «inasumible». Y es que, no conviene olvidarlo, en un convoy el interventor es el responsable de la seguridad de los pasajeros durante los trayectos, toda vez que entre sus funciones están las evacuaciones en caso de emergencia, la atención a personas con movilidad reducida, y la custodia de menores no acompañados. Si pensamos en los trenes AVE, la aritmética es sencilla… «Un solo interventor no puede hacerse cargo de 500 o 600 personas en caso de incidencia», ha zanjado el representante de CCOO.
Todo lo anterior coincide, por si fuera poco, con el mencionado malestar que han generado los servicios mínimos establecidos. Efectivamente, con una frecuencia de trayectos situada en el 83%, CCOO y UGT ven esa proporción como una manera deliberada, por parte de RENFE, de mermar el impacto de la huelga. Sin embargo, más sangrante aún es que no se haya facilitado la notificación a los maquinistas en cuestión. De ahí que Barros haya avisado hoy de que, «si la empresa no cumple con esa responsabilidad, los trabajadores podrán acogerse legalmente a su derecho de huelga. Eso trae como consecuencia que los servicios mínimos no estén totalmente garantizados».