Colores, símbolos y leyendas viajan desde los Cárpatos hasta Asturias para celebrar la vida y la tradición
Los Huevos Pintados de Pascua, una tradición rumana que conecta con las raíces asturianas de los huevos pintos, han sido los grandes protagonistas de la Semana Santa en Gijón. La exposición, organizada por el escritor y artista Iulian Gabriel Neagu —conocido como “Julián de Transilvania”— y la Asociación Cultural Balada, llenó de color la Plaza Mayor de Gijón durante los días festivos, tras su paso por la Casa de Cultura de Langreo.
La muestra fue acogida por el Mercado Artesano y Ecológico de Gijón y ofreció una experiencia cultural única, donde los visitantes pudieron descubrir la riqueza de la artesanía rumana: cerámica tradicional, trajes regionales, pinturas, talleres en vivo y una colección de fotografías que comparaban paisajes y costumbres de Asturias y Transilvania. Pero sin duda, los protagonistas indiscutibles fueron los huevos decorados a mano, símbolo de la resurrección de Cristo y expresión artística ancestral.
Pintados con vivos colores y técnicas tradicionales, los huevos destacan por sus motivos florales, geométricos y religiosos, transmitidos de generación en generación. Esta edición tuvo un carácter especial al coincidir en 2025 la Semana Santa católica y ortodoxa, algo que no ocurría desde hacía ocho años.
El éxito de la muestra ha sido tal que el próximo Lunes de Pascua, de 10:00 a 14:00 horas, Julián de Transilvania volverá a presentar su obra en el Mercado de Langreo, donde continuará difundiendo esta tradición única y reforzando los lazos culturales entre Rumanía y Asturias.
Una iniciativa que no solo ha acercado dos culturas hermanas, sino que ha convertido el arte popular en un puente de encuentro y celebración para toda la ciudadanía.