Laura y Pedro, una pareja de peluqueros, le salvaron la vida a un hombre que se había desplomado en la calle este martes

Laura Armendáriz y Pedro Cavielles son una pareja de peluqueros. Este martes, le salvaron la vida a un hombre que se había desplomado en la avenida Portugal, a la altura del cruce con Carlos Marx, cuando le practicaron las maniobras de reanimación correspondientes hasta que llegó la ambulancia.
Laura tiene una barbería en el centro, salía de trabajar y llamó a Pedro para avisarle de que iba a subir por la avenida Portugal, donde está su peluquería. Por el camino se encontró a un hombre tirado en el suelo. Había alguien intentando realizarle los primeros auxilios, pero no tenía conocimientos. Laura es socorrista, por lo que empezó a realizarle la RCP. Luego llegó Pedro e hicieron turnos para mantener la reanimación hasta que llegó la ambulancia.
Ambos tienen conocimientos de primeros auxilios, Laura por ser socorrista y Pedro porque realizó un curso de instructor de surf. “Teníamos conocimientos teóricos, porque luego en la realidad se hace más complicado”, dice Pedro. “De haber trabajado en piscinas o en mar a lo que luego te puede pasar en la calle no se parece en nada”, añade Laura.
A lo largo de toda la reanimación, el hombre no respiraba ni tenía pulso. “Cuando llegó la ambulancia, le pusieron un ambu para ponerle oxígeno manual y un monitor para ver las constantes vitales. Al ponerle la máquina, salió pulso. Luego le hicieron tres insuflaciones y ya lo metieron en la ambulancia. Fue súper eficiente el servicio técnico”, explica Laura.
El hombre se encuentra estable en el hospital, según le ha dicho a la pareja un conocido, que es familia lejana de la víctima. “Como es vecino de la zona, estamos esperando a ver cómo está. Ayer nos alegramos muchísimo porque nos dijeron que estaba bien”, celebra Laura.
Ella enseguida se atrevió a intentar reanimar al hombre nada más verlo. “Vi que la gente que había quería ayudar y tenía muy buenas intenciones. Había una chica que le estaba sujetando la cabeza, yo había propuesto al principio ponerle en posición lateral de seguridad, porque no sabía si tenía pulso o no, no lo habían ni comprobado. Yo di por hecho que la gente que había, como eran seis o siete, sí lo habían hecho, pero nadie lo tuvo en cuenta”, dice.
“En ese momento, al ver que no tenía pulso, dije mira, de perdidos al río. En esos momentos creo que tampoco piensas, tiras pa’ lante. Cuando te flojean las piernas es cuando ya ves que todo pasó, pero mientras solo estás pensando en salvar a la persona”, cuenta.
«Lo ideal sería que hubiera una formación continua»
Ambos quieren hacer hincapié en la importancia de que la sociedad tenga conocimientos de primeros auxilios. “Estas maniobras son relativamente sencillas de practicar y los primeros auxilios deberían ser obligatorios para que todo el mundo supiera hacerlo, se salvarían un montón de vidas y se ahorrarían un montón de disgustos. No hay que ser médico ni tener conocimientos técnicos, cualquier persona puede realizar una maniobra de reanimación o de atragantamiento de forma eficaz”, remarcan.
“Saber qué hacer en cada momento es súper importante. Sobre todo desde los institutos, desde los 12 años, la gente debería tener noción sobre esto”, explica Laura. “Lo ideal sería que hubiera una formación continua a lo largo del tiempo, que se vaya refrescando para que las cuestiones que se tengan que tener en cuenta se hagan de forma inmediata, sin tener que pensar más allá de reaccionar de forma instintiva. Si no saben lo que hay que hacer y la persona respira, hay que poner a la persona en posición lateral de seguridad para que no se ahogue, eso ya sería algo a tener en cuenta y saber tomar el pulso a alguien, son cosas muy básicas de hacer y hay que hacerlas sin dudar”, añade Pedro.