Laura Tuero lo vería coherente «si se decidiese colectivamente», y el ‘número cuatro’ avanza que emprenderá acciones legales contra la dirección general si no concurre en la lista
Hoy se cumplen cuatro días desde que los primeros nombres de la lista de Podemos al Principado iniciasen su encierro en la sede del partido en Gijón, molestos con la voluntad de la dirección general de reemplazar a su ‘número cuatro’, Jorge Fernández, por la actual ‘número siete’, Ana Taboada. Y, a poco más de doce horas para que expire el plazo de presentación de candidaturas, la ‘número tres’, Laura Tuero, acompañada por Fernández, ha asegurado que, si bien no contemplan «ningún escenario en el que él no concurra», o considerarían incoherente seguir en la carrera electoral en caso de que fuese finalmente desplazado «siempre que se decida colectivamente».
Pese a la ausencia en la cita de la candidata al gobierno autonómico, Covadonga Tomé, y de su primer espada, Xune Elipe, ambos por razones profesionales, Tuero y Fernández han reafirmado su voluntad de continuar presionando hasta la medianoche de hoy para que se respete la lista «que apoyó el 60% de nuestra militancia». Más aún, en los últimos días, afirmaron, se han recogido 1.200 firmas de afiliados solidarizándose con la causa de los encerrados. «Son más firmas que votos consiguió Taboada en las primarias», recalcó Fernández, que continuó instando a los responsables del partido a que «apliquen una política de diálogo, y acaben con esta escalada de expedientes y expulsiones. No es normal que en ocho años apenas hubiese ninguna, pero que en el último se hayan producido catorce».
Más allá de tales apuntes, son muchas las incógnitas que aún orbitan en torno a qué ocurrirá si, en la medianoche de hoy, la candidatura registrada no incluye a Fernández o, en un escenario aún más dramático, a ninguno de sus nombres de cabeza. La propia Tuero ha afirmado que «estamos tan convencidos de que no pasará, que no nos hemos parado a pensarlo», segura de que, en último término, «se respetará lo que decidió la mayoría. Podemos no debería ser un juego de ‘quítate tú, que me pongo yo’; no se puede elevar a alguien del séptimo al cuarto puesto de esa manera, y es muy grave no respetar lo que la gente eligió».
Más tajante aún ha sido Fernández, que ha confirmado que, en caso de que su nombre, a la postre, no se incluya en la cuarta posición de la candidatura, «me vería obligado a las acciones legales que sean oportunas». En todo caso, y con la esperanza de no llegar a semejante extremo, apeló una vez más a la secretaria general nacional del partido, Ione Belarra, para que medie tanto en el caso asturiano, como en el, análogo desatado ayer en Fuenlabrada. De no hacerlo, «la imagen estatal del partido saldría muy dañada; se estaría jugando con su credibilidad. Entendemos que tiene muchas responsabilidades como ministra, pero también las tiene para con su partido, y tiene que pronunciarse».
El anuncio ha sido hecho en las dependencias locales de la formación, con ambos arropados por media docena de militantes y parapetados tras ramos rojos, en recuerdo de la Revolución de los Claveles que acabó con la dictadura de hecho portuguesa el 25 de abril de 1974. Un simbolismo muy oportuno, ya que tanto Tuero como Fernández consideran un atropello la conducta esgrimida desde el jueves por la dirección general del partido y, en particular, por su coordinador, Rafael Palacios. «Lo hemos visto en Langreo; no paró hasta que fue ‘número uno’ de la candidatura», enfatizó Fernández. Además, informó de que las razones por las que pesa sobre él la sanción que ha desatado la polémica son «haber denunciado a Palacios en órganos internos por paralizar la investigación de la corrupción en la Fundación Metal, por su conchabeo, por subirse el salario…».
Ante eso, Tuero ha teorizado que el objetivo último de Palacios es que quienes disienten con su línea «nos retiremos para que quede él solo». Sin embargo, tal como sentención, «no pasará. Lo siento, Rafa, pero no va a ocurrir».