CCOO, UGT y SIPLA han logrado reunir la mayoría necesaria para denunciar conjuntamente los acuerdos que rigen la actividad de funcionarios y personal laboral y forzar la apertura de negociaciones

Las fuerzas sindicales con representación en el Ayuntamiento de Gijón viven estos días un momento histórico, y no se trata, ni mucho menos, de una afirmación hecha a la ligera. Tras las elecciones celebradas los pasados 30 de mayo y 8 de junio, Comisiones Obreras (CCOO), la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Sindicato Independiente de Policía Local de Asturias (SIPLA) han logrado la representatividad suficiente como para unir fuerzas y hacer algo «que ningún otro sindicato había llevado a cabo hasta ahora», en palabras de sus integrantes: denunciar conjuntamente los convenios que rigen la actividad tanto de los funcionarios, como del personal laboral adscritos al Consistorio. La medida, en la práctica, no deja de ser una forma de romper la baraja y forzar la negociación de unos nuevos acuerdos con el gobierno local, mientras los precedentes permanecen en prórroga automática hasta el próximo 31 de diciembre.
La implicación, eso sí, ha sido desigual, condicionada por la realidad contractual de los representados por cada una de esas organizaciones. Así, las tres agrupaciones sindicales han cerrado filas para cargar contra el acuerdo regulador de las condiciones de trabajo del personal funcionario, mientras que sólo CCOO y UGT han hecho lo propio con el referente a las condiciones de trabajo comunes, al igual que con el convenio colectivo del personal laboral del Ayuntamiento y de sus organismos autónomos y, finalmente, con el que delimita la labor en Divertia, Impulsa y en la Empresa Municipal de Vivienda (EMVISL). Una vez lanzado este órdago, se abre un plazo «no superior a un mes, salvo acuerdo de las partes», para la constitución de las mesas y el inicio de las conversaciones.
«Con este trámite, formal e imprescindible, y que ningún otro sindicato había llevado a cabo hasta ahora porque no reunía la mayoría necesaria, se confirma que la negociación», destacaban ayer los delegados de las tres fuerzas. Desde sus respectivas alineaciones han hecho una llamada a que el cara a cara entre los sindicatos y el ejecutivo gijonés «debe estar presidido por la buena fe de todas las partes, y requiere como punto de partida la legitimación que otorga la representatividad, con las mayorías necesarias».