Un centenar de personas se concentran en Fomento como repulsa a la violencia y para pedir un cambio de modelo del ocio nocturno en Gijón
La concentración que tuvo lugar ayer por la tarde en la calle Marqués de San Esteban junto al local donde el pasado día 11 José Antonio Justel recibió una paliza mortal que acabó con su vida, estaba convocada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Urbana y encabezada por los líderes de las asociaciones de vecinos Pando de Poniente, Jovellanos y Cimadevilla, así como representantes de La Calzada, Moreda, Jove, El Muselín y algunos amigos de la víctima que quisieron con su presencia rendir homenaje al cartero leonés fallecido hace 15 días. Este lamentable episodio que “nos ha dejado en shock”, como confesaba Manuel Cañete, presidente de la FAV, unido al aumento de otros hechos violentos, ha aumentado la preocupación de los vecinos que viven en las zonas de la ciudad donde se concentra el ocio nocturno y que tal y como reflejaron ayer en la lectura de un manifiesto al final de la concentración, no se sienten seguros.
“Fomento y Cimadevilla se han convertido en ciudades sin ley, en la que ni vecinos, ni taxistas y ni siquiera policías se sienten seguros”, decía el comunicado que se encargó de leer Maite Martín, presidenta de la asociación de vecinos Jovellanos y a través del que los asistentes pidieron a la administración que ponga las cosas en orden y “asuma sus responsabilidades” habilitando los protocolos de seguridad suficientes para que las fuerzas de seguridad puedan intervenir de manera eficiente. Entre ellos: control del aforo, licencias y horarios de los locales así como un aumento de la vigilancia sobre el consumo de alcohol y de drogas. Los líderes vecinales coincidieron en la necesidad de que, a la mayor brevedad posible, se convoque una reunión de la Comisión de Seguridad Ciudadana que aborde estas cuestiones que conduzcan a un cambio en el modelo de ocio para frenar el aumento de peleas y agresiones. “Es necesaria una reunión entre todas las partes interesadas: Ayuntamiento, hosteleros y vecinos para que esto se solucione, porque se está saliendo de madre. La concentración de bares de ocio nocturno cada vez es más grande y la tensión va en aumento”, aseguró Maite Martín, de la AVV Jovellanos. “No nos oponemos a la diversión pero tiene que compaginarse con el derecho a la convivencia pacífica con los vecinos”, apuntó Javier Palacios, vicepresidente de la asociación de vecinos Pando de Poniente. Por su parte, Manuel Cañete, presidente de la FAV, resumió con contundencia las peticiones vecinales: “No queremos este modelo de ocio”.
Hartazgo vecinal, problemas y propuestas de medidas
Maite Martín, presidenta de la AVV Jovellanos: “Ayuntamiento, hosteleros y vecinos han de implicarse para encontrar un modelo de ocio nocturno que permita una convivencia pacífica”
La concentración de ayer es fruto del malestar acumulado durante años por los vecinos de Poniente, Fomento y Cimadevilla, las zonas de Gijón donde se concentran los locales de ocio nocturno. Para los colectivos vecinales, es necesario poner coto al crecimiento descontrolado de la movida nocturna que está generando número creciente de incidentes, todo ello sumado a las molestias habituales: inseguridad, ruidos y suciedad. “Hay miedo, siempre lo ha habido. Lo que pasa es que casi nunca acaba en la desgracia de hace quince días”, confiesa Maite Martín, presidenta de la AVV Jovellanos. “El hartazgo de los vecinos es de hace muchos años porque no es solo los fines de semana. Es toda la semana, todos los días del año”. Los vecinos piden cambios en el modelo de ocio centrado en la revisión de cinco puntos: licencias, sanciones, seguridad, horarios y responsabilidad. Empezando por las licencias de los locales, estas “han de revisarse para comprobar que estén acordes a la actividad que desarrollen”, pide Javier Palacios, vicepresidente de la AVV Pando de Poniente. Para los vecinos, la actual normativa es demasiado permisiva, convirtiendo Gijón en la ciudad donde las horas de fiesta pueden empezar un día de tarde y alargarse hasta la mañana siguiente ya que hay locales abiertos durante un gran número de horas. “En Gijón impera la barra libre, cosa que no pasa en otras ciudades ni comunidades autónomas limítrofes”, explica Palacios quien denuncia cierta picaresca por parte de los locales para permanecer abiertos un mayor número de horas. “Hay locales que comparten licencias de música amplificada, otros que tienen la de café teatro, cierran media hora y luego vuelven a abrir”. Fuentes del Ayuntamiento consultadas por este periódico aseguran que “las licencias se revisan de forma ordinaria y están en orden”.
Los vecinos proponen además que se imponga una distancia mínima entra los locales que cuentan con licencia de música amplificada para evitar masificaciones que a determinadas horas que puedan derivar en tensiones o enfrentamientos.
“En general tenemos la sensación de que hay impunidad en la noche”, dice Sergio Álvarez, presidente de la AVV de Cimadevilla, un barrio que también sufre las consecuencias de la excesiva concentración de personas, el ruido y la suciedad, pero sobre todo, el vandalismo que ha invadido sus calles, repletas de grafitis. En el casco antiguo y también en Fomento, tienen claro que es necesario un recorte de horarios. “Estos horarios no los hay en ningún sitio”, dice Javier Palacios, de la AVV Pando. “A ciertas horas, cuando la noche se va alargando y se suman el consumo de alcohol y estupefacientes, es una suma peligrosa”. En Cimadevilla, la especial configuración del barrio también conlleva problemas. “Aquí mucha gente vive en bajos, las calles estrechas y los bares muy pequeños para albergar a la gente que se acumula por lo que la problemática, se acaba llevando a la calle”, explica Álvarez. El malestar es notable en el movimiento vecinal tras las declaraciones de la patronal hostelera a la que acusan de intentar abstraerse de un problema que se genera en el interior de los locales y acaba en la calle. “Tienen que hacerse cargo de que en sus locales haya un ocio responsable”.
A propósito de la seguridad, la implantación del sistema de cámaras de videovigilancia podría servir de ayuda, como efecto disuasorio y en caso de que ocurriera algún suceso grave como el que acabó con la vida de José Antonio Justel en el exterior del pub Cabaret. Sobre este tema, fuentes del gobierno municipal consultadas por Mi Gijón reiteran su compromiso para acelerar en la medida de lo posible su instalación, ya estaban presupuestada y autorizada para 2024. A esto se une el refuerzo de la vigilancia en la zona de Fomento anunciado por la Policía Nacional para este fin de semana bajo la premisa de “tolerancia cero ante cualquier tipo de conducta violenta”.
Poniente, Fomento, Cimadevilla… todo el movimiento vecinal es unánime en la necesidad de un gran pacto de convivencia elaborado transversalmente por todos los sectores implicados y que liderado por los responsables del área de seguridad ciudadana cuente con la participación de vecinos y hosteleros. “A todos nos interesa tener un ocio seguro”.