“Si no hay respuesta favorable al recurso pendiente, estudiaremos acudir a la vía penal por presunta prevaricación”
Las señales indicadoras para llegar a la recién inaugurada instalación de ITVASA Granda pintadas de negro representan el rechazo de los vecinos de esta parroquia rural de Gijón a su entrada en funcionamiento. Construida para aliviar la saturación de la ITV de Tremañes, opera por el momento únicamente en horario de mañanas, lo que los vecinos interpretan como “una forma de ir implantándola sin levantar protestas”.
El proceso hasta llegar a su apertura ha estado cargado de polémica por dos factores: la elección de la finca en las antiguas instalaciones, que aseguran responde al “pago de favores debidos” y su ubicación en el camino del Matadero, al que se accede por caminos rurales que “no están preparados para absorber la circulación que genera una ITV.
Tras meses de movilizaciones infructuosas y una demanda judicial rechazada, los vecinos aguardan con esperanza la sentencia sobre el recurso presentado por tres vecinos, representados por Marcelino Abraira, que solicita la paralización de la planta. El abogado no descarte recurrir a la vía penal si se encontraran indicios de “presunta prevaricación”.
La ubicación de la planta, origen de la polémica
La planta de ITVASA en Granda se concibió para acabar con la saturación que sufre la estación de Tremañes, con la mayor lista de espera para coches y motocicletas de toda Asturias. Sin embargo, la elección de su ubicación, en las antiguas instalaciones de la fábrica de embutidos Famila, en el camino del Matadero, en Granda, generó desde el primer momento una ola de oposición entre los vecinos.
Tras el cierre de la fábrica en 2012, la nave y terrenos fueron adquiridos por la Cooperativa de Agricultores, que durante varios años la utilizó como almacén y en 2021 la vendió al Principado para instalar en ella la ITV. “No nos oponemos a la construcción de una ITV en la parroquia, pero no en esa finca en concreto”, asegura Félix Gómez, presidente de la asociación de vecinos Santo Tomás de Granda, quienes durante los dos años que han precedido a su apertura, el pasado 29 de agosto, han denunciado el proceso, que consideran que está plagado de irregularidades y trato de favor.
“Creemos que se ha forzado para que fuese ese finca y no otra. El proyecto se fue vistiendo a medida para que todo saliese como ellos querían, porque hay muchos favores debidos”, aseguran. Según la consejería de Industria del Principado, la elección de esta finca respondió únicamente a un “ahorro de costes y plazos”.
El enfado de los vecinos: contaminación, ruido y malos olores
Los vecinos cuyas viviendas están más próximas al camino del matadero, han comenzado ya a percibir las molestias de la nueva ITV. Maribel González vive junto al cruce de entrada al camino del matadero y es la que más ha notado el aumento de la circulación. “Es un continuo goteo de coches que entran y salen y pasan por delante de la puerta de la finca. Tienen la ITV tan cerca que “cuando los coches pasan la prueba de gases, oímos desde casa los acelerones de los motores”.
A esto se une un problema de malos olores que llevan sufriendo desde que en 2016 el matadero, ubicado frente a la ITV, instalara una planta de biogás para el tratamiento de los residuos animales. “El invento estaría bien si no oliera”, señala su hijo José Antonio García. “El olor es horrible, no se pueden abrir las ventanas”. Además, cuenta Sergio Núñez, vecino del camino de La Perdiz, “el matadero echa una especie de perfume para enmascarar el mal olor que quema los prados”.
Centenares de coches circulando a diario por caminos estrechos sin arcén
El otro epicentro de las protestas de los vecinos de Granda es la falta de unas comunicaciones adecuadas que puedan absorber la cantidad de vehículos que se prevé acudan a la ITV y que, según los cálculos, podrían llegar a los 450 diarios cuando la planta esté a pleno rendimiento. “Esta es una zona por la que camina mucha gente y las caleyas y caminos no tienen arcén”, cuenta Mariam Rendueles, miembro de la Plataforma ITV Granda NO.
“Por sitios como el camino de Alfredón desde Nuevo Roces, el camino de La Belga y el camino del Taleguero no pasan dos coches y los peatones no tienen dónde apartarse para que pasen”. El problema al que se refieren los vecinos tiene difícil solución, ya que en caminos como por ejemplo el de La Perdiz, uno de los más transitados, “es imposible hacer arcenes ni aceras, porque hay un talud y, o tiras las casas, o no se puede hacer nada. Pero eso ellos eso ya lo sabían”, aseguran.
El futuro de la planta, pendiente de los tribunales
El pasado mes de julio, fue desestimado el recurso interpuesto por la Asociación de Vecinos Santo Tomás de Granda, que pedía impugnar las licencias concedidas por el Ayuntamiento de Gijón para construir la estación. “Hicimos todo lo que pudimos dentro de los plazos, pero viendo lo que la juez determinó parece un poco absurdo continuar”, lamenta Félix Gómez, presidente del colectivo vecinal.
“Sentimos decepción y desilusión por no haber podido parar de momento la instalación, aunque seguimos pensando que es una injusticia”. También descartan convocar nuevas movilizaciones, ya que “es muy difícil pelear contra la administración”, reconoce Mariam Rendueles. Los vecinos mantienen la esperanza de que los tribunales consigan paralizar el funcionamiento de la ITV.
Queda pendiente ahora la demanda presentada por Marcelino Abraira, el abogado que representa a tres vecinos que presentaron recurso de forma particular. “La ITV de Granda incumple la normativa por estar ubicado a menos de 2 kilómetros del núcleo habitado”, explica. Sus alegaciones incluyen un informe pericial que certifica que “los caminos por los que se accede a la misma no cumplen ni la normativa estatal (6m de ancho) ni la local (entre 5,5 y 6 m de ancho), habiendo en los tres caminos anchuras inferiores a los 4,5 m”.
De momento, el proceso está paralizado desde hace dos semanas por la renuncia del perito judicial que había sido nombrado. Si la sentencia es favorable a los demandantes, la ITV tendría que cerrar. En caso contrario, explica Abarira, “estudiaremos recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Asturias y no descartamos abrir la vía penal por si se hubiera incurrido en algún delito de prevaricación”.