Los residentes de este barrio joven de la ciudad se manifestarán este fin de semana: “Nos sentimos ninguneados, pero nos asiste la razón”

Los vecinos del barrio de Nuevo Roces están “hartos” de ver cómo cada año el centro médico y el colegio proyectados en forma de promesas sobre el barrio se quedan cada año en papel mojado. “Supuestamente tendrían que estar en obras este 2021. Y todavía no se ha movido un gramo de tierra. Nos sentimos ninguneados, pero nos asiste la razón”, critica José Miguel Bernardo, presidente de la asociación de vecinos, plataforma que ha convocado una manifestación para el próximo fin de semana con el objetivo de «ganar visibilización».
El barrio tiene una pequeña partida reservada dentro de los 30 millones que el Principado pretende destinar en 2022 a Gijón. Unas cifras que generan escepticismo entre los residentes. Como ejemplo, el futuro ambulatorio que no llega. “Para el ambulatorio había presupuestados para este 2021 un millón de euros. Solo se han ejecutado 99.000 euros para el diseño. Es un 9%. Y la cuantía para 2022 en el borrador del Principado solo corresponde a esa parte sin ejecutar. Hablamos de un retraso en toda regla”, desliza el líder vecinal de Nuevo Roces. Bernardo pone como ejemplo las vallas ya presentes en la parcela para unos equipamientos privados. En su día fue segregada en dos: una mitad para una mutua privada y la otra para el centro médico. “Es elocuente ver cómo las obras en el lado privado han empezado, cuando su parcelación fue simultánea”. Cifra en 1.400 los menores de este “barrio joven” sin colegio. “Ya del instituto, ni hablamos”.
Pesimismo en los plazos
Precisamente, la otra gran preocupación es el retraso en el proyecto del futuro colegio. El proyecto de Presupuestos del Principado solo refleja una partida de 164.000 euros para la redacción del proyecto a cargo del estudio gijonés Jovino Martínez Sierra Arquitectos. El boceto de la Consejería de Educación deberá incluir, además de la parte básica, el certificado energético triple A.
Los vecinos de Nuevo Roces lamentan que “en el mejor de los escenarios” no podrán disfrutar de estos equipamientos hasta 2025. “Si el ritmo es el actual, será más tarde”, apuntilla. “Los incumplimientos se han encadenado con todos los gobiernos. Es responsabilidad del Principado, pero la alcaldesa parecía a la cabeza para que se hiciesen realidad. Hay un buen diálogo con Ana González, pero de momento solo son palabras”.