Alegan que, de atenderse la petición formulada desde Nuevo Roces para que los autobuses municipales penetren en el barrio, el trayecto al centro de Gijón, que «ya supera los cuarenta minutos», se alargaría demasiado, siendo como es su única línea

Un año y tres días. Exactos. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde que, el 21 de febrero de 2024, la Asociación Vecinal ‘San Emiliano’ de Vega alzase la voz contra cierto plan ponderado por el Ayuntamiento, a petición de los habitantes de Nuevo Roces: modificar el trazado de la línea 16 de la Empresa Municipal de Transporte Urbano (EMTUSA) y permitir a los autobuses penetrar en ese último barrio, levantando al efecto una nueva marquesina en las proximidades del campo de fútbol de Braña Sur. Y aquel desacuerdo, sepultado bajo el peso de la actualidad durante doce largos meses, parece haber regresado a las páginas de los diarios. Sólo cuatro días después de que desde Nuevo Roces se repitiese aquella demanda, los lugareños de Vega han reaccionado exactamente igual que entonces: haciendo oír su radical disconformidad con cualquier cambio en el trayecto de la 16. ¿La razón? Que, a juicio de los pasajeros de la parroquia rural gijonesa, el viaje hasta el centro de la ciudad, ya de por sí largo, se dilataría aún más. Demasiado.
«No nos oponemos de ningún modo la mejora del transporte público en otros barrios, pero consideramos que esas mejoras no pueden hacerse a base de perjudicar a nuestra parroquia«, proclama el presidente de la entidad vecinal de Vega, Xuan Pandiella, quien ya abanderase la cruzada el año pasado. Sin que se haya producido un cambio notable en los argumentos de aquel febrero ya lejano, ni para bien, ni para mal, Pandiella detalla que, hoy por hoy, «se tardan más de cuarenta minutos al centro; con esta decisión se incrementaría todavía más la duración, y esta es una línea de autobús que utilizan los vecinos para ir a trabajar o a estudiar«, razón por la cual la 16 «no puede convertirse en un tour turístico, ni de ocio, por el concejo». Y es que, sentencia Pandiella, en Nuevo Roces «ya tienen más cerca una parada de la línea 16 que la mayoría de los vecinos de Vega o de Baldornón, Fano, Caldones, Llavandera o Granda que también dependen de este autobús», además de contar con los servicios de la 15 y de la 20. Una realidad que no se produce en esta parroquia rural, donde «dependemos totalmente de la 16».