En El Coto tiran la casa por la ventana con récord de actividades, mientras que en Viesques se extienden las quejas por los fallos en las nuevas luminarias y desde Ceares afirman carecer de decoraciones navideñas
La ciudad enfila esta primera semana de fiestas con la vista puesta en Nochebuena el domingo. Y lo hace con los deberes hechos: la iluminación navideña luce en sus calles desde hace semanas, las tiendas están ya a rebosar y los turistas se dejan ver por sus rincones. Cualquier gijonés que se detenga a pensar en esa imagen visualizará cualquier calle del centro, aunque la Navidad no solo haya llegado a esa zona. Las celebraciones en Gijón también las protagonizan «las familias que componen cada barrio, pero mucha gente cruza el paseo de Begoña para arriba y se olvida de ello», argumenta Pilar Ruiloba, presidenta de la asociación La Cruz de Ceares. Asegura que su testimonio recoge el sentir de muchos socios y residentes de su barrio perteneciente a la zona este, donde los ánimos generales combinan la queja con un esfuerzo por aportar iniciativas propias a los festejos vecinales. Y una especial atención puesta en las luces.
En el barrio de Los Pericones, por ejemplo, comentan que resulta complicado ofrecer una programa de actividades para los socios «sin tener un espacio propio en el que hacerlo» y urgen a la Administración local a agilizar el proyecto de recuperación del Hogar del Productor de Ceares, un edificio histórico con posibilidades de convertirse en el centro municipal que necesitan. A ello se suma un «sentimiento de abandono» motivado por una «carente» iluminación navideña y la falta de actividades navideñas programadas por el consistorio. El portavoz de Esto Ye Ciares, Víctor Díaz, lanza estas réplicas en forma de pregunta: «¿Hay eventos que saquen del centro a los barrios, como los mercadillos o pistas de hielo? Pocos, y los que sacan se llevan a aquellos lugares donde hay un centro municipal integrado, por eso aquí hasta que no tengamos el Hogar…».
Víctor Díaz, portavoz de Esto Ye Ciares, se pregunta: «¿Hay eventos que saquen del centro a los barrios? Pocos, y los que sacan se llevan a lugares donde hay un centro municipal y aquí hasta que no tengamos el Hogar de Ceares…»
Sobre las luces, Ruiloba comenta que «la gente está descontenta» porque «si quieren ver luces, tienen que bajar al centro«, algo que no todos los residentes pueden hacer, ya que en Ceares viven «bastantes personas mayores y algunas están impedidas». Ambos representantes vecinales mencionan algunas «luces estratégicas» justo establecidas en las calles en las que termina el barrio, como Ramon y Cajal o la avenida Pablo Iglesias. En algunos casos como la calle Cabrales, la decoración acaba en el tramo de vía que pertenece a Ceares y otras arterias importantes como Fuente del Real, carecen directamente de adornos. Díaz lo resume en que «hay diferentes maneras de vivir en Ceares, y no es lo mismo vivir en Pablo Iglesias que en calles del sur como La Paz».
También tienen pegas a los elementos decorativos para las fiestas en Viesques. Según su líder vecinal, Luis García, las familias del barrio echan en falta «un gran adorno que sirva como photocall» como ocurre en otros puntos de Gijón, a la manera del tren iluminado que se ubica frente a las piscinas del Llano o el gran oso en el Polígono. No obstante, ya hay cierta satisfacción con la iluminación de este año «en comparación a otras fiestas», aunque las buenas palabras se terminan hablando de la iluminación normal en las calles. Los fallos técnicos de las nuevas luminarias establecidas por el Ayuntamiento o su «escasa iluminación» en algunos puntos sigue dando guerra en esta zona de Viesques, en calles importantes como Mar Cantábrico o Gloria Fuertes.
De otro modo y centrándose en la Navidad, desde la asociación inician la cuenta atrás para nombrar a los ganadores del concurso de decoración e iluminación organizado entre los comercios y urbanizaciones de la zona por tercer año consecutivo. El día 27 entregarán el primer y segundo premio de cada categoría, durante un pinchoteo navideño que celebrarán en el colegio Begoña a partir de las 20.00 horas. Asimismo, durante la primera semana de enero y con fecha aún por fijar, tendrá lugar la recepción del príncipe Aliatar organizada en Navidades anteriores. «Como la cabalgata ya no sale de aquí desde hace mucho, hay niños que quizá no vayan a verla y Aliatar puede servir como sustituto», comenta García. Y han tenido bastante éxito: cerca de 200 niños visitaron al emisario de Viesques el año pasado.
«Tenemos un refrán que dice ‘el Coto, orgullo de barrio’ y lo lleva por delante desde el niño hasta el más mayor»
El Coto completa este mosaico navideño en el mapa este de Gijón con «muchas lecciones aprendidas desde la pandemia», asegura el presidente vecinal, Christian Guisado. Por ello, han decidido despedir el 2023 a lo grande con un programa de actividades que bate sus propios récords y «muy próximo al pequeño comercio del barrio». Junto a más de medio centenar de negocios locales, la AA.VV. ha puesto en marcha la iniciativa ‘Gran árbol de Navidad del Coto’, un sorteo de artículos como la Nintendo Switch, un patinete eléctrico y un vale de 300€ de compra en el que los vecinos han podido participar a través de completar un número de compras en las tiendas del barrio. A esta se suma un largo etcétera que ya ha ido dejando momentos memorables, como la recogida solidaria de alimentos que todos los años realizan a la sede de Cáritas del barrio y que el pasado sábado decidieron animar con un maratón de villancicos.
Y, avisan, «todavía queda mucho»: desde la recepción de Papá Noel mañana (a las 18.00 horas en el hogar de Mayores) hasta el espectáculo de magia en la calle con ‘Elfo de Navidad’ (el martes 26 a las 12.00 horas en el parque de San Nicolás), pasando por la fiesta de Nochevieja ‘Pie y medio en el 2024’ que han reservado para la tarde del 30, a las 19.00 horas. «Es la primera vez que lanzamos un programa tan completo, con la ilusión de que la gente participe y que no haya que irse siempre a las zonas centro para divertirse durante las fiestas, sino demostrar que también en los barrios podemos entretenernos», cuenta Guisado. Resume el afán de todos sus vecinos explicando: «Aquí tenemos un refrán que dice ‘el Coto, orgullo de barrio’ y lo lleva por delante desde el niño hasta el más mayor, nos compenetramos muy bien».