Un centro dedicado a la agricultura orgánica pionero en España
El Ayuntamiento de Gijón quiere convertir los restos de la antigua Quinta Los Pericones– casería, panera y hórreo- en un innovador complejo dedicado al cultivo orgánico también llamado permacultura, creando un espacio de experimentación y aprendizaje sobre técnicas innovadoras que, sumadas a las tradicionales, ayuden a impulsar el comercio agrícola regional. Un proyecto pionero en España cuyo presupuesto total asciende a 1.979.530 euros, de los que el 75% procederá de los fondos Next Generation que concede la Unión Europea, cuya decisión se conocerá a finales de este año. Los vecinos del barrio de Ceares valoran de forma diferente la iniciativa, si bien ambas asociaciones, La Cruz y Esto ye Ciares, consideran prioritaria la reconstrucción del Hogar, una larga y ansiada reivindicación del barrio para acoger actividades sociales y culturales.
Olmo Ron: “Creemos que es un gran proyecto de ciudad”
Una cuadra y vivienda, hoy en estado ruinoso, convertidas en aula y un laboratorio de permacultura urbana. Un hórreo y una panera generadores de energías limpias y una finca de 2,5 hectáreas convertida en un espacio colaborativo para cultivar un bosque de frutales y un lago de aguas de lluvia para regar. El proyecto con el que el Ayuntamiento gijonés opta a más de un millón y medio de euros de los fondos Next Generation transformará por completo los restos de la antigua casería de titularidad municipal ubicada al sur del cementerio de Ceares, entre el camín del Sucu y el del Pintu. “ Nos pareció que esta era una ubicación idónea en un entorno del parque de Los Pericones que se encuentra en muy mal estado y con dos edificios que necesitan rehabilitación”, explica Olmo Ron, concejal de obras públicas.
La permacultura está basada en técnicas de cultivo medioambientalmente sostenibles, que buscan satisfacer las necesidades del hombre sin explotar recursos ni contaminar, idea en la que incide Ron: “Es muy importante darle un cambio a los modelos de explotaciones agrarias en este momento en el que estamos viendo las consecuencias del cambio climático para crear una agricultura más responsable”.
El proyecto, ideado desde una visión global de ciudad, pretende acercar a los gijoneses a la naturaleza y la agricultura para que “sepamos de donde vienen los productos que consumimos”. Para ello se va a poner en marcha un mercadillo en el que se pondrán a la venta los productos cultivados en el centro, contando con la experiencia de la asociación del mercado artesanal de Gijón. “Para nosotros va a ser importante la colaboración con la ciudadanía, que sea un espacio abierto gestionado a través de Emulsa pero contando con la participación activa de las asociaciones vecinales”, añade Ron.
Divididos sobre la permacultura, unidos en la prioridad del Hogar
La presentación del proyecto de permacultura, que tuvo lugar en el marco de la FIDMA, ha generado diferentes valoraciones en las dos asociaciones de vecinos existentes en Ceares.
Los representantes de la AVV La Cruz de Ceares sí acudieron al acto, tras el que valoran positivamente el proyecto que, según su vicepresidenta, Pilar Ruiloba: “Es estupendo y buenísimo porque va a ayudar a mejorar el barrio”. Por su parte, los miembros de Esto ye Ciares decidieron no asistir, molestos por no haber recibido información previa que les permitiera conocer los detalles y “aportar ideas” como sí ocurrió con La Camocha, que también opta a ayudas europeas por valor de 3,4 millones de euros para ejecutar un proyecto de renaturalización del poblado. La recién constituida asociación vecinal reprocha al ayuntamiento que “una gran inversión como esta se haga de espaldas a la gente”.
En lo que sí coinciden ambas asociaciones es en recordar que la reconstrucción del Hogar de Ceares, para convertirlo en un centro social y cultural, sigue siendo prioritaria para los vecinos del barrio. “La sede que tenemos actualmente en las casas de los maestros está llena de humedades y se nos ha quedado pequeña para acoger todas las actividades que organizamos”, cuenta Ruiloba. Las manchas son visibles en el aula de informática, la biblioteca y el resto de espacios donde cada día acuden decenas de personas, muchas de ellos mayores. “Ceares lleva aparcada un montón de años, a ver cuando nos toca a nosotros”.
Sobre la necesidad de contar un espacio en el que “hacer cosas y participar” insiste también Eduardo Serrano, miembro de Esto Ye Ciares, que además se muestra escéptico sobre el origen del proyecto de permacultura: “Desconocemos de dónde sale la idea pero viendo donde está ubicado se nos hace difícil que tenga una incidencia sobre el día a día de las personas”. Por su ubicación, historia y simbología y “por ser una ansiada demanda del barrio, pensamos que reconstruir el Hogar puede tener una mayor utilidad, así que pedimos que cuanto antes se redacte su plan de usos”.