
Al mismo tiempo, el jinete gijonés Gonzalo Menéndez gana en Las Mestas su primer torneo internacional, y lo hace en su propia ciudad
‘Los caballinos’ son una importantísima cita del verano gijonés. Digamos que es cuando nos vamos dando cuenta que el otoño está a las puertas, y el verano, kapput.
Pero, mientras llega y no, todavía nos queda mucha tela que cortar, como se suele decir… O, como dice la que suscribe, mucho mantel que manchar.
Volviendo al recinto del Las Mestas, la segunda jornada del Concurso Hípico Internacional, en su 82º edición, contó con un emotivo homenaje a María Fernanda Cuervo Muñiz. Hasta su jubilación el pasado abril ‘Marife’, como se la conoce entrañablemente, fue juez internacional desde 1996, además de formadora de estos y presidenta del Comité Internacional de Jueces de la Real Federación de Hípica de España (RFHE).
Su familia al completo, y los compañeros que compartieron tantos años de trabajo con ella, quisieron darle una sorpresa y despedirla de las pista gijonesas, bien rodeada y querida.
Así pues, junto con su marido, el jinete Lalo Pérez; sus hijos Lucía y Javier, con sus respectivas parejas e hijos; sus hermanos Cuca y Ramón, acompañados también de sus hijos, y demás familiares, agradeció la iniciativa, que contó también con sus incondicionales.
No faltó José Antonio Mori, la voz del recinto, ni Abelino Miravalles, este último director del concurso tantos años cómo Mori comentarista.
Por supuesto, también estuvo el director de las últimas ediciones, Alejandro Ancín; Pablo Blanco, director del Patronato Deportivo; antiguos oficiales, miembros del jurado nacional y extranjero; Javier Fondevila, delegado de Valencia; Javier Flor, los nuevos speakers…
En definitiva, un momento muy especial para la juez de los jueces hípicos, como así quedó dicho en el pequeño discurso que inició el encuentro.
«El año pasado ya tenía decidido dejarlo», comentaba. «El viajar dos semanas cada mes ya se me hacía muy pesado», continuaba. «Además, tengo nietos… Ya sabe», concluía, mientras les echaba precisamente a estos.
En fin, que se jubila una gran profesional, para dar paso a sabia joven.
¡La vida es así! De hecho, esa vida a veces devuelve los esfuerzos realizados desde la infancia. Precisamente esa circunstancia le pasó ayer mismo al jinete gijonés Gonzalo Menéndez Menéndez, al imponerse ganador en una prueba internacional por primera vez.
A lomos de ‘Uthope de La Roque’, subió a lo más alto del pódium en el Trofeo Siroko.
«Desde los cinco años que lleva montando», recordaba su madre Maite, emocionadísima. No es para menos, así que tanto a ella como a Luis, padre del jinete, les damos la enhorabuena desde estas líneas.
Y, ahora, vamos a criticar un poco. Ya saben que, si no sale la ‘bocachancla’ que una lleva dentro, no es lo mismo.
Empezaremos por asegurar que nada ha cambiado en cuanto la compra de apuestas.
¡Que si las hay que hacer por internet… Que si esto… Que si lo otro… Que si vaya rollo…!
Nada de nada. Las apuestas se hacen donde siempre, y lo único que ha cambiado incumbe a los y las taquilleras. A los apostantes, nada de nada.
Lo que sí se acabó es el alegrar la vista con los paseos que daban los jinetes y amazonas entre el concurrido. Les han colocado una cabina de apuestas en su tribuna. Menos mal que Escasi, Plaza, Garmendia, Sarasola o el conde de Salvatierra, ya no compiten, porque menuda faena nos hubieran hecho de aquella… ¡Bueno! Igual hubieran salido a comprarse unos churros, palomitas, una hamburguesa o una correa para el perro en las tiendas y food trucks que hay por todo el recinto. Para esos menesteres sí que han de salir de su zona de confort.