«En Irán tienen miedo de la palabra de Occidente y de que se les señale con el dedo, pero Europa, en vez de condenarles, en noviembre convierte a la República Islámica de Irán en presidente del Foro de Derechos Humanos de la ONU«
La Fundación Princesa de Asturias ha dado a conocer su decisión de otorgar el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2024 a la dibujante, guionista y directora de cine Marjane Satrapi. La creadora franco iraní, autora de la laureada ‘Persépolis’, quiso aprovechar su foco ante los medios españoles para agradecer el galardón y dedicar su recibimiento al Toomaj Salehi, el rapero también iraní condenado a muerte hace días. Satrapi ha elogiado sus llamamientos a la «unidad» y sus letras sobre cualquier clase social: «Es la voz de Irán». «Se ha mantenido de pie, lo ha hecho todo. Es un chaval al que le han roto la mandíbula y la pierna. Si le quieren ejecutar a él, se quiere ejecutar a Irán», concluyó.
La viñetista, además, tuvo ocasión de hablar sobre la situación de su país y aseguró estar «muy enfadada» con Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, por sus palabras hacia Irán. «Si lo tuviera delante le daría un bofetón porque creo que lo que está haciendo no está nada bien», señaló la premiada. La premiada criticó que Borrell no considere a Irán como un estado «terrorista» en alusión a sus palabras del pasado 24 de abril sobre la inclusión de la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista en la UE porque «no tendría efectos prácticos». «El día en que realmente se reconozca este Estado como un Estado terrorista… Desgraciadamente, Josep Borrell dice que los Guardianes de la Revolución no son una organización terrorista. Yo diré que Irán está llevando a cabo muchas guerras en Irak, Yemen o Siria. Todos esos grupos terroristas no funcionarían sin la ayuda de Irán. ¿Qué pruebas necesitan?, se preguntaba.
«En Irán tienen miedo de la palabra de Occidente y de que se les señale con el dedo. Pero Europa, en vez de condenarles, en noviembre convierte a la República Islámica de Irán en presidente del Foro de Derechos Humanos de las Naciones Unidas»
Trasladando esta cuestión al plano de la religión, la autora de ‘Persépolis’ señaló que el problema es el «fanatismo», ya que «impide hablar y reflexionar a la gente». «La religión pretende dar respuestas, en lugar de formular preguntas. Cuando esto se lleva al extremo, el fanatismo se basa en la emoción y se pulsa el botón y todo explota», ha manifestado. Satrapi ha tenido claro desde el principio que su satisfacción por recibir este premio dentro de unos meses a manos de la Princesa Leonor constituye una oportunidad para tener visibilidad y trasladar discursos pacíficos que presionen a los políticos para que tomen medidas. «Un premio pone el foco en los problemas y este foco, a través de los medios, será leído por la ciudadanía, que son la opinión pública y que es lo que obliga a los políticos a tomar decisiones. Un político nunca va a ir contra la opinión pública y actuará en esa línea», concluye.
En Irán, concretamente, considera que la opinión pública occidental tiene mucho peso. Se basa en lo que ha presenciado allí, ya que «cuando en Occidente se hablaba de Irán no se mataba a nadie, pero cuando no se habla empiezan las ejecuciones». «En Irán tienen miedo de la palabra de Occidente y de que se les señale con el dedo. Pero Europa, en vez de condenarles, el pasado mes de noviembre convierte a la República Islámica de Irán en presidente del Foro de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Nadie de Irán pediría a Occidente que fuera a hacer la revolución, pero al menos se pide el reconocimiento de que hay un movimiento con el 85% de gente que no quiere esa dictadura», ha lamentado. Además, ha advertido sobre la llegada de una nueva Guerra Fría entre América, Rusia y China que va a la «deriva». «Es importante que Europa esté fuerte y esté unida. Cada vez que entra un país en ese bloque democrático es importante porque todos somos más fuertes», ha indicado.
El mañana de Irán pasa por «el Irán de las mujeres»
Las mujeres juegan un rol importantísimo en la revolución iraní, en palabras de la directora, y por eso considera que «el mañana de Irán pasa por el Irán de las mujeres». «La revolución feminista solo puede llegar a alguna parte si se cuenta con las mujeres porque el año pasado se ejecutaron a más de 800 personas», ha afirmado. El razonamiento que ella sigue es que «cuando la mitad de la sociedad no tiene sus derechos, entonces nadie los tiene, ni el comunista tiene derechos, ni las minorías étnicas tienen sus derechos minorías religiosas, homosexuales… Es decir, nadie, nadie tiene derechos».