Masa Rodríguez, oro de hockey hierba en Barcelona 92
“La medalla de Barcelona 92 no la supieron vender. La Federación Española de Hockey debería haber hecho más difusión del deporte”
“Veo a María López como un reflejo de parte de mi vida. Ojalá tenga fuerza para llegar a los Juegos Olímpicos porque está en buenas condiciones”
María Ángeles Rodríguez ‘Masa’ (Gijón, 1957) es uno de los seis oros que Asturias se trajo para casa en Barcelona 92. El hockey hierba español se coronó y 30 años después ‘Masa’ sigue luciendo con orgullo aquella medalla que tanto esfuerzo costó. A sus 65 años, la gijonesa no es de las que ha guardado el stick en el armario y juega en Primera División con el Jab Madrid Hockey. “En mi equipo soy la mayor y tengo gente de 18 años. Lo hago por pasar el rato, echar una mano a los jóvenes y seguir en forma”, explica. Eso, sumado a la presidencia de la Federación Madrileña de Hockey -está en su quinto mandato-, hace que sea complicado disfrutar de la jubilación. “No te creas que tengo mucho tiempo”, asegura con una sonrisa.
Tres décadas de una medalla que cambió el curso de un deporte…
Y fíjate que todavía se acuerdan de nosotros (risas). Ahora se va a disputar la Copa del Mundo en Terrasa otra vez, en el campo olímpico donde ganamos la medalla de Barcelona 92. Coincidiendo con la cita, la Federación Española de Hockey nos hace un homenaje y nos reunimos todo el staff y todas las jugadoras, estamos encantadas. He visto el estadio de Barcelona 92 y tengo unos recuerdos impresionantes. Me encanta poder ir y, sobre todo, animar a la Selección Española. Les deseo lo mejor, especialmente a María López.
¿Cómo era el hockey hierba antes de la llegada de Barcelona 92?
Buf. Unos cinco años antes de que saliera la candidatura de Barcelona para los Juegos Olímpicos cambió el deporte porque hubo medios, es decir, había dinero para poder organizar muchas cosas. En hockey no éramos nada y empezamos a ser competitivas, evolucionó el deporte a mejor porque había medios, más concentraciones, más partidos, más rivalidad y nos fuimos acercando a las selecciones que parecían muy lejanas. Antes salías a jugar para que no te metieran goles y cuando se acercó Barcelona salíamos a jugar a intentar ganar.
¿Ustedes tenían la vitola de favoritas o entraban en las quinielas?
No, todavía no. Estábamos ahí, pero no sabíamos dónde se podría llegar. Sí es verdad que el objetivo lo teníamos claro como equipo y cuando hablo de él me refiero a jugadoras y staff porque siempre se habla de las jugadoras, pero el staff tuvo un papel importantísimo en todo y el objetivo era entrar en semifinales, después ya se vería.
A veces es mejor ser el tapado…
Sí, desde luego (risas). También te digo que en cuanto entramos en semifinales dijimos: ‘Hay que darlo todo’. Y una de las cosas que nos ayudó fue el público. No estábamos acostumbradas a jugar partidos con tantas personas y el campo estaba lleno siempre. Lo llegamos a comentar: ‘Por la gente hay que machacar y jugar hasta donde se pueda’. Fíjate lo que hace el público, ayuda mucho.
¿Cuándo obtuvieron el triunfo final para quien fue la primera llamada?
A mi familia porque otras jugadoras tenían a familiares allí, pero mis padres estaban en Gijón y la primera llamada fue para ellos. La sensación que tienes cuando termina es paz, estás como en una nube y dices: ‘Dios mío, ¿qué es esto?’ Impresiona subir al podio, oír el himno de España, ver cómo te ponen la medalla y cómo el público está contigo ahí. Me acordé mucho de mi hermana que había fallecido, me hubiera encantado que lo hubiera visto porque era muy deportista y me ayudó. Eso sí, al día siguiente tenías un cansancio total y pena porque se termina ese momento tan bonito.
“El Gobierno debería ayudar a los deportistas que han sacrificado mucho por España para poder seguir haciendo algo positivo y encontrarse bien”
¿Cuántas cosas dejó por el camino para llegar a unos Juegos Olímpicos?
Muchísimas. Fui a estudiar a Madrid y me gustó, pero te apetece venir mucho a tu tierra. Menos mal que a mi marido le encanta Gijón, es una ciudad especial, donde nací. ¿Qué es lo que te pasa? Que dedicas tantos años a la competición que me acuerdo de ver muy poco a la familia en navidades, vacaciones. Sacrificas mucho a los tuyos y también los estudios o el trabajo te quitan mucho tiempo. Entras en una dinámica de muchos entrenamientos, mucho sacrificio y no te puedes dedicar a las cosas que también te gustan o que quieres hacer cuando termines la carrera deportiva. Es muy bonito ganar, pero todo el esfuerzo que conlleva para el deportista hay que valorarlo también. Ojo que mi carrera la terminé con una medalla de oro. Cuánta gente hace lo mismo y está ahí, pero nunca llega.
¿Ese oro es un buen amuleto al que mirar para recargar las pilas cuando flaquean las fuerzas?
Sí. Una de las cosas que el deporte hace que le des importancia son los valores, ahora mismo por el suelo. Te enseña a trabajar en equipo, a confiar en ti, en la gente, levantarte en momentos malos. ¿Cuántas veces hemos perdido partidos? Al principio por mucho. Después vas viendo que te vas acercando a los mejores, pero sigues perdiendo y todo esto te enseña. Cuando recuerdas estos momentos piensas que sí los has superado… Lo que nos unió en Barcelona 92 fue también el sacrificio que hicimos y todos los malos momentos que atravesamos en el camino.
Pero también un oro que no le dio para vivir del hockey…
Para nada. El peor momento de un deportista es cuando estás terminando tu carrera y que después de dedicarte tanto tiempo a trabajar tu vida va a pegar un cambio impresionante. Las autoridades, las federaciones y el gobierno deberían dedicarse a ayudar a los deportistas que han sacrificado mucho por España para poder seguir haciendo algo positivo y encontrarse bien. Hay gente que cuando se retira se hunde porque no sabe qué hacer. Antes de que llegue ese momento, deben solucionarles un poco la vida porque bastante han dedicado al deporte.
“En Gijón el hockey está creciendo, pero no acompañan las instalaciones. El Ayuntamiento ha hecho un campo maravilloso en la Universidad Laboral, pero sin luz no hacemos nada”
¿Cómo fueron aquellos Juegos con tantos olímpicos de la tierra?
Manolo Llanos y Agustín Antuña fueron como mis padres en los Juegos. Me encantó hablar con ellos. Los dos conocían mucho a mi padre Molinucu (exfutbolista del Sporting). En la villa íbamos vestidos iguales, hablabas con todo el mundo y te sentías parte de un grupo importante, pero sí es verdad que cuando conocías a un asturiano fuera de Avilés, Oviedo o cualquier otro sitio, se te encogía el corazón e intentabas ver cómo iban sus resultados.
Fíjese si su medalla fue importante que hizo falta esperar a Pekín 2008 para que otro asturiano, Juan Fernández, obtuviera un metal. 16 años de por medio y fue plata…
En Asturias tienen que invertir mucho más en el deporte. No sé cómo hay tanto asturiano que ha conseguido cosas muy buenas porque, en realidad, es por talento. Si se invirtiera más, estoy segura de que sacaríamos muchas más medallas. Hay un potencial en Asturias enorme y sin embargo todo el mundo se va. En hockey, casi toda la gente que ha triunfado ha ido a Madrid y es muy triste. Voy a echar un cable a mi deporte. En Gijón el hockey está creciendo bastante comparado con cómo estaba antes. Hay muy buenos jugadores, hay gente que puede estar en selecciones sub18 como Diana Geijo, un talento al que hay que cuidar muchísimo, pero lo que no nos acompaña son las instalaciones deportivas. El concejal de Deportes José Ramón Tuero debería pensar un poco que el Ayuntamiento ha hecho un campo maravilloso en la Universidad Laboral, pero sin luz no hacemos nada. La gente en todos los sitios entrena por las tardes y aquí solamente se puede entrenar en el Grupo, el resto de los clubs no pueden entrenar por las tardes porque no hay luz. Hay que sacar rendimiento a la instalación. Juan Hevia lo está haciendo bien como presidente y me gustaría que el hockey en Asturias creciera, para eso las instalaciones hacen mucho.
Con la gesta que ustedes lograron, ¿se perdió el tren para haber hecho más por el hockey hierba?
La medalla de Barcelona 92 no la supieron vender. No soy de las que hace distinciones por el género, pero si hubiera sido el equipo masculino la hubieran lanzado mucho más. En chicas les cogió por sorpresa y no se supo vender. La Federación Española de Hockey debería haber hecho más difusión del deporte, ver cómo trabajarlo, potenciar instalaciones, tener más medios y venderla, generalmente, a los ayuntamientos porque es donde te pueden ayudar.
Pasó de escuchar ‘la hija de Molinucu’ a ‘el padre de Masa’.
(Risas). Sigo siendo la hija de Molinucu porque me conoce menos gente. No vivo en Gijón porque si no hubiera trabajado por el hockey en Asturias muchísimo. Ahora estoy trabajando en Madrid y me casé con un madrileño, pero me tira mucho Gijón. De hecho, tengo casa aquí y vengo cada 15 días. Es cierto que mi padre era muy buena persona, daba unos consejos buenísimos y el importante es él, no yo.
“Ahora hay pocos programas deportivos y muchos programas basura en televisión. Si se pusiera más deporte, haríamos una sociedad más sana”
Llegó el momento de colgar el stick, pero no de abandonar el deporte. Cinco mandatos al frente de la Federación Madrileña de Hockey. A ver si usted va a ser como los políticos de las mayorías absolutas…
Espero que no (risas). Estaba dentro de la selección, iba a disputar unos Juegos Olímpicos y me llamaron para ser vocal de una federación. Estudié Ciencias de la Actividad Física del Deporte y va un poco relacionado con la gestión deportiva, pero lo que más me llamaba la atención era ser entrenadora, de hecho fui entrenadora y seleccionadora. Al final acepté y me gustó el funcionamiento de una federación. En ese momento llegaba a un cambio importante en mi vida porque después de tantos años en la selección tocaba decidir mi trabajo, en lo que había estudiado, estaba en un colegio. Ahí es donde digo que deberíamos ayudar a la gente que está finalizando su vida deportiva porque es un referente para que la sociedad vea cómo trabaja y sigue vinculada ya que puedes ayudar mucho a tu deporte. En el caso de la presidencia, el hockey madrileño me lo pone muy fácil porque lo mejor para poder trabajar es que el deporte esté unido y en Madrid es muy competitivo en el campo, pero luego es como si fuera un tercer tiempo. Ayuda mucho el Centro de Tecnificación donde trabajan todos los clubes porque hace que se una. Sí me gustaría dejarlo un poco, a ver si en las siguientes elecciones aparece una candidatura que quiera presentarse. Me acabo de jubilar y también quiero descansar. Seguiría vinculada, es decir, ayudaría, pero de otra forma.
¿La clave para hacer fuerte un deporte está en la base?
Totalmente. Hay dos cosas: potenciar la base y las instalaciones. En Madrid hemos potenciado mucho la base con el Ayuntamiento. En la Comunidad haciendo programas deportivos salió mucha gente en escolares, luego les hicimos la transferencia a federados, pero llegó un momento en que no iban acorde las licencias que teníamos con las instalaciones. ¿Qué pasa? Tuvimos que frenar un poco la base, algo triste. Sin instalaciones, un deporte no sale adelante. Para poder crear una buena base y luego ir ganando calidad, son importantísimas. El Ayuntamiento enfoca los programas deportivos a la base, dirigido hasta sexto de primaria y ahí tenemos 52 escuelas municipales. A la vez, la Comunidad de Madrid está en institutos y tiene un programa donde también tenemos un montón de escuelas. Con esto lo que sucede es que los niños a nivel escolar conocen el hockey porque si un deporte minoritario no lo das a conocer, no juegan. Nosotros intentamos captar esa gente porque lo que necesitamos es que se vayan federando. La única forma de crecer es con licencia, pero vuelvo al inicio: si no hay instalaciones no vamos a ninguna parte.
Si hablamos de deporte femenino, ¿sigue compitiendo en inferioridad de condiciones?
En hockey estamos acercándonos a la igualdad. Ahora las chicas y los chicos hacen lo mismo, gracias a Dios. En lo único que no estamos avanzando es en arbitraje porque las chicas van con las chicas y los chicos con los chicos y no estoy de acuerdo. Hay chicas que ya pitan partidos de fútbol. De hecho, en la Pro League (competición internacional de hockey) ves chicas arbitrando a chicos. Hemos tenido tres olímpicas en hockey que siempre arbitraron chicos y llegaron lejos por eso. El hockey masculino es mucho más rápido, hay más velocidad de juego y llega un momento en el que es más complicado arbitrar. Para mí chapó por los que quieren ser árbitros de verdad, pero también tiene que existir igualdad de oportunidades. Además, hay una cosa que pasa en todos los deportes: la audiencia se la llevan los chicos, a las chicas las ponen por la noche. Los programas deportivos que hubo en Barcelona 92 explicaban las reglas de cada deporte, la gente que lo jugaba… Ahora hay pocos programas deportivos y muchos programas basura en televisión. Si se pusiera más deporte, haríamos una sociedad más sana. Es como el ejemplo del padre que le dice a su hijo que han perdido por el árbitro. Es una mala lectura para un niño. Lo que tendrás que decirle es que el árbitro cometió sus errores, pero él también. Estamos en una sociedad en la que tú tienes que ganar el partido en el campo porque si pierdes, en la mayoría ocasiones, es porque juegas mal o porque el rival es mejor que tú. Estamos enseñando muy mal a la sociedad. Yo me he hartado de perder partidos, pero los años previos a la cita olímpica también entró en juego la tecnología que te ayudaba a analizar todo para no cometer fallos cuando llegaras a Barcelona.
“Al Principado le aconsejaría que la imagen de Asturias fuera una que defiende el deporte porque con ella tendrías menos gente tirada por ahí haciendo tonterías”
A usted le tocó marcharse, pero 30 años después ¿la asignatura pendiente de Asturias sigue siendo retener talento?
Hay mucho talento en todos los deportes y en todos los sitios, se invierte muy poco en los deportistas y podríamos ser una sociedad mejor formada. El Estado y las comunidades deberían invertir mucho más porque una sociedad con deporte es una sociedad más sana. El deporte es salud, menos obesidad, más valores; en alto rendimiento no es tan saludable, pero tú sabes los límites que puedes tener.
¿Las administraciones asturianas deberían implicarse más con el deporte? En el Gobierno regional ni siquiera hay una consejería del ramo
Deberían replantearse el papel que han jugado. Asturias tiene muchos olímpicos, debería hacer el Museo Olímpico y pienso que todos los olímpicos cederíamos muchas cosas. Es una imagen que puedes dar: mostrar la cantidad de talentos que ha tenido y que puede sacar. Al Principado sí le aconsejaría que la imagen de Asturias fuera una que defiende el deporte totalmente porque con ella tendrías a menos gente tirada por ahí haciendo tonterías. Todo lo que conlleva el deporte es saludable, respetuoso. Estos son los valores que hay que dar.
¿Tiene la sensación de que los olímpicos son como una moda? La foto del momento y luego al cajón del olvido.
Ten por seguro que sí. Los seis deportistas que ganamos la medalla en Barcelona nos dijeron que tendríamos una calle, la estamos esperando. Hay que conocer a todo el mundo. Por ejemplo, Abelardo, que no le conozcan solamente por el fútbol sino por lo que le ha aportado en su vida deportiva llegar a unas Olimpiadas y lo que transmite el olimpismo. Ha habido muchos deportistas asturianos que han llegado a unos Juegos Olímpicos, hayan conseguido medalla o no, pero que han estado invirtiendo minutos y que han salido de Gijón. Yo salí de Gijón porque en mi colegio llegó alguien con un stick, me metí con mis amigas y dos veces campeonas de España, el colegio San Vicente. Fíjate a lo que te lleva el deporte, te hace tirar por tus amigas. Han pasado 50 años y mi relación con ellas sigue, esto qué bueno es. Imagínate que cada vez que vengo quedamos a comer o cenar. Salí del Colegio San Vicente, me fui al Grupo de Cultura Covadonga, luego a estudiar a Madrid y allí hice mi vida deportiva porque si volvía ya no podía entrenar tanto. Es muy triste y por eso digo que hoy en día tenemos que invertir en deporte y el deporte asturiano tiene talento.
La Familia Olímpica del Principado retoma ahora el vuelo de la mano de los jóvenes. ¿Conseguirán que el olimpismo tenga el hueco que merecen?
Espero que también ayudemos los que estamos porque, tal y como me enseñaron en Barcelona, si somos equipo consigues cosas. Espero que a ellos les hagan caso porque también tienen fuerzas y lo pueden trabajar, pero que no se olviden de nosotros porque podemos ayudarles en lo que sea. Tiene que salir porque hay mucho asturiano olímpico.
“El olimpismo podría transmitir la imagen de Asturias, ser una de las comunidades que potencie el deporte y eso solo se hace invirtiendo y cuidándolo”
Hablaba antes del Museo Olímpico. ¿Entiende que los ayuntamientos rechazaran hace unos años un equipamiento de estas características?
No lo entiendo. Es que se tienen que unir para que esto salga adelante, ver la posibilidad de donde se puede construir, pero que se haga, de verdad.
¿Qué les diría a los políticos para que entiendan que un espacio donde se acumule la historia del olimpismo asturiano puede ser una buena idea?
Cada vez que se habla de olimpismo significa valores y la sociedad actual los necesita porque estamos fatal: somos muy agresivos, nada educados, ni respetuosos. El olimpismo podría transmitir mucho la imagen de Asturias, ser una de las comunidades que potencie el deporte y eso solo se hace invirtiendo y cuidándolo. Los políticos son como si fuera cada uno de un equipo y lo que tienen que hacer es juntarse y ponerse de acuerdo, la unidad es todo.
Al inicio ha mencionado a María López, camino de sus terceros Juegos si nada se tuerce. ¿Se ve reflejada en ella?
Cuando vivía su padre le dije que me recordaba mucho a mí. Cuando María se fue a Madrid a seguir con el hockey, algo muy triste, jugaba de mediocentro y luego la pasaron a la defensa. Vi en ella lo que me había pasado a mí. Yo fui a estudiar, ella al CAR porque ya tenía un nivel. Su vida deportiva la hizo en Madrid porque era donde lo tenía más fácil. Si en Gijón hubiera un Centro de Tecnificación, también podía haber seguido porque hay gente de la selección que vive en su casa. La veo como un reflejo de parte de mi vida, es una de las capitanas y es un pilar de la selección. Espero que tenga mucha suerte y que igual que consiguieron un bronce en una Copa del Mundo ahora puedan dar un pasito más, otra medalla. Ojalá tenga fuerza para llegar a los Juegos Olímpicos porque está en buenas condiciones y que consiga lo mejor.
Sé que va a escaparse a Terrasa. ¿Está nerviosa?
Sí. Jugaron partidos de la Pro League allí hace dos semanas para probar el campo, ver cómo era y tuve muchos buenos recuerdos de Barcelona 92 porque es el mismo estadio y a la vez distinto césped, el nuestro era verde y este es azul. Voy a animar a España como me animaron ellos a mí cuando yo jugué, me apetece.
Masángeles, gran jugadora y mejor persona.
Campeonisima y encantadora. Como siempre.Un besazo
Pues siiiii