El cantante conquistó el Parque de los Hermanos Castro en un concierto lleno de nervios, ritmo y unas emotivas palabras hacia sus fans
Los clásicos nunca pasan de moda y eso es algo que Melendi sabe bien. El artista originario de Oviedo continúa con su gira ’20 años sin noticias’ en conmemoración a su primer disco ‘Sin noticias desde Holanda‘, lanzado en 2003. En esta ocasión, le ha tocado a Gijón disfrutar de una noche de domingo inolvidable donde el cantante realizó un recorrido por su carrera tras un tajante Sold Out.
Las colas para ver al artista comenzaban desde primera hora de la mañana. Su longitud empezaba desde el recinto donde tendría lugar el evento hasta bordear por completo el Palacio de los Deportes y finalizar aproximadamente en Casa Arturo. Un concierto que se hizo de rogar, debido a la multitud de personas que esperaban para entrar al concierto. Según un testigo, las puertas abrieron a las siete y media de la tarde aproximadamente. Sin embargo, el ancho de los tornos del recinto no pudo ser aprovechado en su totalidad para que los asistentes accediesen de forma más rápida, debido a que la organización del evento no obtuvo el permiso para cortar la carretera a orillas del Piles, formándose así las largas.
A pesar de todo, la impaciente espera culminó cuando Melendi comenzó entonar las primeras notas de la noche. Una noche llena de emotivas palabras del cantante hacia sus fanáticos, entre las que no dudó incluir un recordatorio hacia la delicada situación sobre su padre. Del mismo modo, los debates sobre la rivalidad deportiva entre Sporting y el Real Oviedo no tardaron en llegar, ante lo que el cantante estableció que «una rivalidad deportiva no nos va a estropear el concierto». De esta forma, Melendi se encargó de sembrar un sentimiento de hermandad entre asturianos con las siguientes palabras: «Me duele más por el que no conoce Asturias, ¡Puxa!».
El concierto terminó entre ovaciones y aplausos hacia la cercanía del cantante, en una noche en la que 15.000 voces se unieron a coro en Gijón Life para cantar éxitos que, por más que pasen los años, nunca quedarán el olvido.
