Finalmente, y casi contra todo pronóstico, el balance de un accidente que pudo ser tragedia se sitúa en 18 heridos, tres de ellos de gravedad y cero víctimas mortales
Rondaban las 16h de la tarde de este lunes cuando un gran estruendo despertaba la siesta mierense. Una explosión de gas en la calle Ramón y Cajal de la localidad asturiana ponía sobre aviso a todos los Servicios de Emergencia del Principado, mientras vecinos y trabajadores se temían lo peor. Se habló de siete heridos en un comienzo, cifra que comenzó pronto a ascender, mientras los perros de la Unidad Canina de Rescate se afanaban por encontrar posibles víctimas entre los escombros. Finalmente, y casi contra todo pronóstico, el balance de un accidente que pudo ser tragedia se sitúa en 18 heridos, tres de ellos de gravedad y cero víctimas mortales. No es descabellado hablar de milagro, a tenor de los restos de las viviendas afectadas y de los escombros que este lunes se almacenaban en las calles aledañas. Sin embargo, esta vez, la fortuna quiso que el siniestro no alcanzara cotas mayores, pese a provocar el derrumbe del edificio donde se desató la explosión y desatarse un incendio en otro inmueble colindante.
Era la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, quien confirmaba en la tarde de ayer que, pese a la magnitud del suceso, no se habían registrado víctimas mortales. Por su parte, la consejera de Salud, Concepción Saavedra, informaba también este lunes de que ocho de los heridos ya habían recibido el alta hospitalaria, incluidos dos menores de edad, permaneciendo otro menor en observación. A última hora, además, se identificaba un último herido más que, tras regresar a su domicilio por sus propios medios, tuvo que acudir posteriormente al Hospital Álvarez Buylla por inhalación de humo.
Según los últimos datos facilitados por la Consejería de Salud, dos de los heridos ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), un varón de 22 años y otro de 47, continúan estables dentro de la gravedad. Además, una mujer de 64 años ha sido trasladada a la unidad de quemados de Madrid. Por otro lado, en el Hospital Valle del Nalón permanece en observación un varón de 21 años, pendiente de nueva valoración, mientras que en el Hospital Álvarez Buylla de Mieres continúa ingresado, estable, otro hombre, también de 21 años.

Los vecinos serán realojados
Como medida preventiva, las autoridades han establecido un perímetro de seguridad de 150 metros alrededor del lugar de la explosión, en la que trabajan. Entre las labores llevadas a cabo se incluyen una cata en el subsuelo para detectar posibles bolsas de gas que pudieran provocar nuevas deflagraciones. Y es que, como explicaba Adriana Lastra en la jornada de este lunes, podría haberse producido una fuga que hubiera generado la acumulación de gas. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Mieres trabajaba a contrarreloj para ofrecer alojamiento a las personas que han perdido sus viviendas. Según indicaba ayer el alcalde, Manuel Ángel Álvarez, los afectados fueron trasladados a hoteles y residencias y se les están proporcionando medicamentos y artículos de primera necesidad. «Hay familias que se han quedado sin nada», afirmaba el regidor, quien añadía que el objetivo es que puedan recuperar la normalidad lo antes posible, aunque reconoció que la situación es «complicada».
Por su parte, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, destacaba la coordinación entre las administraciones local, autonómica y nacional en la gestión de la emergencia y no dudaba en calificar de «milagro» que no hubiera habido consecuencias más graves. Así, a través de sus redes sociales, trasladaba su apoyo a los afectados y su agradecimiento a los equipos de emergencias: «Mi cariño a las personas afectadas, especialmente a las personas heridas y mi preocupación de que se puedan recuperar pronto, especialmente los heridos graves». En su mensaje, Barbón también ha querido poner en valor un gesto que refleja la atención a las personas más vulnerables durante la emergencia: «Me quedo con la sonrisa de unos niños afectados. Una sonrisa que les logró arrancar una joven, creo que voluntaria o del Ayuntamiento, con su idea de hinchar unos guantes y transformarlos en muñecos, logrando que vivieran ese momento de otra forma mientras sus padres gestionaban su traslado a un hotel».
Según ha trasladado el Puesto de Mando Avanzado del SEPA, a las 09.57 horas de este martes el Ayuntamiento de Mieres ha confirmado que ha realojado a un total de 49 personas, de las cuales 37 se encuentran alojadas en un hotel y 12 en una residencia de estudiantes.
Continúan las labores de desescombro este lunes
Efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) acompañarán a lo largo de esta mañana a los vecinos de los edificios colindantes al derrumbado para que puedan recoger diversos enseres antes de que se proceda a la demolición del inmueble. Además, efectivos de la Unidad Canina de Rescate volverán a rastrear la zona mientras concluyen los trabajos de desescombro y previamente al inicio de la demolición. Desde primera hora, personal del Equipo de Respuesta Inmediata (ERIE) psicosocial de Cruz Roja acompaña a las personas desalojadas.
En la zona continúa instalado el Puesto de Mando Avanzado, dirigido por la Jefa del Área de Bomberos del SEPA. Los efectivos desplazados al lugar también procederán a retirar parte de los cascotes que han caído sobre las vías de comunicación con el objetivo de poder restablecerlas.