La marca asturiana, sinónimo de calidad, amplía su universo gastronómico con un proyecto que une lo dulce, lo salado y el espíritu de los mercados de toda la vida
El Mercado del Sur de Gijón vive una nueva etapa gracias a proyectos que apuestan por reactivar su esencia y devolverle vida al corazón de la ciudad. Uno de los más recientes es Menuda Lata, el nuevo espacio impulsado por Laura García y Rubén García, fundadores de Migaya Artesano, una marca que se ha consolidado como sinónimo de calidad, mimo y producto local.
“Pensábamos que Menuda Lata y Migaya podían fusionarse muy bien y crear un concepto diferente dentro del Mercado del Sur”, explica Laura García. “Queríamos aportar y coger de la materia prima asturiana, crear un rincón tienda y bar donde se fusionen ambas cosas y la gente pueda disfrutar de productos Migaya, de conservas, de platos asturianos… Somos unos enamorados de Asturias, y vimos la fusión perfecta entre Migaya y las mejores conserveras asturianas”, añade.
Esa fusión de lo artesanal con lo local define el nuevo concepto: un bar-tienda en el que conviven los sabores tradicionales con toques contemporáneos. Rubén García lo resume así: “En Migaya siempre hemos apostado por la calidad y todo lo que envuelve la marca implica eso mismo: desde la materia prima hasta el packaging. Menuda Lata va de la mano e intenta plantear una serie de platos que mantienen tradición y también innovan”.
Una carta que sorprende
El diseño de la carta refleja esa filosofía de equilibrio entre lo clásico y lo nuevo. “Buscamos siempre aunar esa tradición y esa parte innovadora que dé ese toque que sorprenda”, apunta Laura. Para ello, contaron con un chef con experiencia internacional “que ha incorporado toques orientales, picantes, sabores dulces y salados”.
No obstante, el recetario más arraigado sigue muy presente. “También te puedes encontrar platos tradicionales, como un buen plato de callos de Casa Migio o una buena fabada asturiana con su compango”, añade Rubén. “Queríamos que la carta fuera algo divertido, diferente y sorprendente”, completan ambos.
El valor del entorno
Abrir en el Mercado del Sur no fue una casualidad. El espacio, en pleno centro de Gijón, simboliza para los fundadores un lugar con historia y potencial de renacimiento. “Es importante poner nuestro granito de arena e intentar revitalizar el mercado, porque tiene una gran tradición, es un edificio histórico, una zona espectacular”, señala Rubén García. “Mucha gente piensa que no tiene tanto movimiento, pero sorprendería el que realmente hay aquí”.
A pesar de haber abierto fuera de la temporada alta, el flujo de visitantes es constante. “El turista sigue pasando mucho por aquí. Es una parada obligatoria, te diría”, comenta Rubén. Laura coincide: “El turista, tanto nacional como internacional, busca ese bullicio, esa tradición de los mercados. Vienen a Gijón buscando ese ambiente, poder tomarse algo, hacer una parada, hacer sus compras. Y ahí intentamos poner nuestro granito de arena”.
Fieles a su filosofía, los responsables de Migaya mantienen su compromiso con el producto de proximidad. “Seguimos basándonos en materia prima cercana, de proximidad. La base de Menuda Lata es trabajar con conserveras, con licores, con producto asturiano principalmente”, destaca Rubén. “Y están más que capacitados para soportar demandas elevadas y crecer. Hay ganas, hay capacidad y te ves arropado completamente”.
El nuevo local invita a degustar tanto las especialidades dulces de Migaya como una selección de conservas y platos asturianos reinterpretados. “Apostamos tanto por la parte dulce, como poder tomarte un café con una chapona o una roca, como por la parte de conservas y platos salados”, explica Laura. La idea es que el cliente viva una experiencia completa: “Después de probar un plato, puedas llevarte esa conserva, ese producto local, sin salir ni del mercado ni de la ciudad”.
Rubén añade entre risas un detalle que resume el espíritu del proyecto: “Es el único local donde si te quieres tomar un buen café con una buena chapona, tienes que venir aquí”.
Con Menuda Lata, Laura y Rubén reafirman su compromiso con la gastronomía artesanal asturiana, apostando por un espacio que combina sabor, creatividad y raíces. Un lugar donde, como ellos mismos dicen, tradición e innovación “se dan la mano para que el Mercado del Sur vuelva a brillar”.
