La flamante protagonista del inicio de las fiestas de la ciudad ocupa la primera de una serie de entrevistas dedicadas a grandes mujeres del municipio
Como homenaje a algunas de las mujeres que forman la sociedad gijonesa, ya que además la pregonera ha sido la cantante Mina Longo, durante estos días de festejo ocuparán nuestras líneas interesantes y conocidas vecinas de la villa. Han hablado de su familia, su trabajo y las aficiones que desarrollan en su día a día, con humor y generosidad con nuestros lectores.
La cantante gijonesa Mina Longo ha tenido los honores de abrir las fiestas de Nuestra Señora de Begoña 2025. Lo hizo emocionada y emocionando con sus canciones. Porque, como ella bien asegura, «se me da mejor cantar que hablar» y, además, «para hablar de Gijón no necesito un guion».
Sabe que me alegro porque sobre usted ya está dicho todo. De Gijón, apodada la ‘Voz del Cantábrico’ y, ayer, pregonera de la ‘Semanona’, y eso hay que decirlo bien alto.
¡Madre mía! Estoy que no me lo creo ni yo…
¿Pero por qué? La trayectoria suya es impecable, así que no es de extrañar que hayan pensado en usted para abrir estas fiestas.
Es un honor muy grande haber tenido esta oportunidad. Primero, ni por lo más remoto me esperaba este ofrecimiento, porque hay muchas personas que podrían serlo.
¿Y por qué usted no?
Tiene razón. Llevo mi Gijón por bandera, de siempre.
Además, este año es suyo todo. Tuvo muchísima y exitosa actividad. Por cierto, ¿qué tal en el teatro La Latina de Madrid?
Le voy a decir una cosa: hubo gente que me esperó al salir y me dijo «¿Pero tú dónde estuviste todos estos años? No te conocíamos…».
¿Cuándo fue ese concierto?
El pasado 12 de mayo. La verdad es que estoy muy sorprendida del resultado.
Oiga, no sé por qué se sorprende. Lleva toda la vida luchando por esto y con esa potentísima voz, así que a ver si se lo va creyendo… Supongo que porque este fue especial.
Mire, fue en Madrid y en el teatro que perteneció a Lina Morgan, de la que era una gran admiradora. Mi madre y yo nos reíamos muchísimo con ella. Le hice un guiño, ¿eh?
¿Qué se le pasó por la cabeza cuando estaba en ese escenario tan emblemático?
¡Uf! Muchas cosas. Dese cuenta que llevo cantando profesionalmente desde los once años. Empecé en la Agrupación.
¿Y ayer? ¿Qué sintió?
Fue uno de los días más espectaculares y con mayor cúmulo de sensaciones. El momento «Allá voy, a dalo todo» es inmenso. Añoré durante tantos años ser profeta en mi tierra…
Y llegó. ¿Cómo fue?
Me llamó la secretaria de la alcaldesa. Me dijo que Carmen Moriyón quería hablar conmigo.
Y para allá que fue.
Creí que era para dar algún concierto… Y, de repente, me pregunta que si estaría dispuesta a ser la pregonera de las fiestas de Nuestra Señora de Begoña. Yo me quedé… Me emocioné, por supuesto; le pregunté «Pero… ¿En serio?». Ella me dijo que me iban a proponer, porque la gente me quería y me respetaba mucho.
Y aquí estuvo ayer, en el balcón principal de su pueblo. Y, por su culpa, esta semana todas las protagonistas de mis entrevistas serán mujeres. ¿Cuánto tiempo tardó en preparar lo que dijo?
Yo lo que sé es cantar, y así lo hice, porque lo que dije no lo llevaba escrito. Sí que pensé mentalmente como en un guion, pero escrito no llevaba nada. Mi esencia es la espontaneidad. No quería transmitir otra cosa. Para hablar de Gijón no necesito un guion.
Hizo hasta cantar a la gente…
Es que yo soy cantante, no soy otra cosa. Ver a mi familia allí… Somos diez hermanos, ¿eh? Mi madre estuvo muy emocionada. Ella sí que es luchadora…
¿Y ahora?
Lo que viene a continuación es seguir con este momento tan importante profesional y personal que estoy viviendo. Yo creo que eso se nota.
Vamos a ponernos en modo ‘rosa’. ¿A quién se debe esa alegría con la que vive estos momentos?
¡Ay! A mi pareja, Amador, al que admiro, y también me admira, como mujer y como profesional.
¡Qué importante es tener al lado a alguien que la entienda…!
Fundamental. Mire, ahora estoy preparando un disco con composiciones propias; a las puertas de anunciar un concierto en el Teatro Jovellanos.
De esto último también me alegro infinito, porque no le fue posible celebrar allí sus cuarenta años como artista.
Mire, todo está en el momento que tiene que estar. Así es la vida.
