Los rojiblancos golean en uno de los mejores encuentros de la temporada, con tantos de Djuka, Aitor y Christian Rivera
El Sporting logró en Anduva una de las victorias más importantes del curso. Solo suma tres puntos más, poco botín a nivel clasificatorio, pero el equipo de David Gallego dio muestras de ser un conjunto distinto a lo visto en las últimas semanas. Unas sensaciones que tendrán que confirmarse en los próximos encuentros. El de Anduva tiene visos de ser un punto de inflexión para el conjunto gijonés, que firmó un encuentro muy solvente, de lo mejor en lo que va de curso, para firmar una abultada goleada frente al Mirandés. Los goles de Djuka, Aitor y Christian Rivera permiten a David Gallego salvar un nuevo matchball y ganar rédito para lo que resta de campeonato.
Saltó el Sporting al césped de Anduva siendo consciente de la relevancia del encuentro. Prueba de ello es que no se había consumido el primer minuto de juego y los rojiblancos (de blanco impoluto en tierras burgalesas) ya habían pisado área, en un balón largo de Pedro buscando a Djuka. La primera del encuentro, no obstante, fue para los locales, en una falta que Brugué terminó por rematar alto. Un espejismo que no opacó el buen inicio de los de David Gallego, en tromba sobre la portería de Lizoain.
La punta de lanza era siempre balcánica. Djuka, muy activo durante todo el encuentro, probó fortuna a los dos minutos con un disparo potente que se fue alto, tras revolverse bien dentro del área. La siguiente, con la testa. El montenegrino contactó un buen centro de Calavera, al primer toque, ante la salida en falso de Lizoain, pero no acertó con la portería. Cinco minutos de juego y el Sporting, y Djuka, ya habían creado más ocasiones que en algún partido completo.
La efervescencia gijonesa fue perdiendo fuerza con el paso de los minutos. El Mirandés, cada vez más protagonista, comenzaba a inquietar a Mariño, fallón en las salidas. Los acercamientos locales, sin embargo, no terminaban de concretarse en acciones claras de peligro. El Sporting, por su parte, parecía tener mejor afiladas sus armas.
Y así se llegó a la jugada clave del encuentro, en la mejor triangulación del Sporting. Rivera, Pedro, Villalba, Jony y Kravets se conjugaron para llevar el balón al ucraniano, que ganó línea de fondo y puso el balón atrás, raso, a la frontal del área, donde encontró e Pedro Díaz. Su disparo, de zurda, impactó en el central Datkovic, que lo desvió, dificultando la buena parada de Lizoain. Pero los jugadores sportinguistas rápidamente levantaron sus brazos, pidiendo mano. Prieto Iglesias mandó parar y echó mano al pinganillo. En la sala de las televisiones, Gorostegui Fernández no terminaba de tenerlo claro. Finalmente, cinco minutos más tarde, y tras varias tomas repetidas, el colegiado principal tomó la decisión y señaló el punto de penalti. Djuka, de nuevo Djuka, fue el encargado de convertir la pena máxima, empotrando el balón en la red con un fortísimo disparo para adelantar a los de David Gallego, superada la media hora de juego.
Un resultado que a punto estuvo de neutralizar el Mirandés con una gran pared entre Meseguer y Carreira que dejó al carrilero solo dentro del área. Mariño, con una gran intervención, evitó el empate antes del paso por vestuarios. Fue la más clara de los locales en el encuentro.
La segunda parte comenzó con malas noticias para el Sporting. Jony, el flamante nuevo fichaje rojiblanco en el mercado invernal, tuvo que ser sustituido a los cinco minutos de la reanudación, aquejado de un fuerte dolor en su tobillo tras una dura entrada de Jorge Sáenz. El paso por vestuarios no le hizo ningún bien a los de David Gallego. Brugué, con un potente disparo de falta que rechazó Mariño, dio el primer susto. La sensación, cada vez más, era de intranquilidad.
La reacción rojiblanca llegaba a la contra. Y así estuvo a punto de llegar el segundo gol visitante. La más clara, en la bota derecha de Pedro Díaz. Djuka, en acción de contraataque, le dio el balón al sierense que, de primeras, cruzó el tiro, raso, que se fue lamiendo el palo derecho de Lizoain. El premio llegó en el 67 de encuentro, cuando Fran Villalba filtró un preciso balón al desmarque de Aitor García, que ganó la posición a su defensor para plantarse solo ante el portero local. Con mucha tranquilidad, abriendo el interior de la bota, el onubense superó al guardameta para doblar la ventaja.
Abierta la espita, el Sporting se desmelenó, también en el marcador. A 20 minutos del final, Pedro Díaz botó una falta para que Djuka, en el segundo palo, sirviera de cabeza el balón a la llegada de Christian Rivera que, de primeras, con mucha solvencia, sacó un disparo raso para superar a Lizoain, marcar el tercero, y desatar la locura de los 600 aficionados sportinguistas que viajaron a Miranda del Ebro.
Intentó el Mirandés maquillar el resultado, inquietando a Diego Mariño con diversas llegadas, aunque sin excesivo peligro, con lo que los últimos minutos de encuentro fueron placenteros para un Sporting que ya había hecho sus deberes con solvencia con anterioridad.