La alcaldesa aprovecha el acto de reapertura del Planetario de la Escuela Superior de Marina Civil para reafirmar su compromiso con la institución pública; el rector, Ignacio Villaverde, recalca que «lo importante es que no se excluye a nadie»

Aún habrá que hacer gala de una buena dosis de paciencia hasta que la Universidad Europea eche a andar en Gijón, algo que, presumiblemente, ocurrirá a partir del curso académico 2026-2027, y después de haber acometido una inversión multimillonaria para la construcción de las que serán sus instalaciones. Sin embargo, esa perspectiva ya está desatando un buen número de alegrías… Y alguna que otra suspicacia. Entre estas últimas, las de algunos cuadros de la Universidad de Oviedo, temerosos de que la nueva institución haga que el compromiso del Ayuntamiento gijonés con la comunidad académica se aparte del campus público para centrarse en el privado. Una posibilidad que esta mañana, aprovechando su presencia en el acto de reapertura del Planetario de la Escuela Superior de Marina Civil, la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, se ha apresurado a descartar, tranquilizando así al rector de la institución ovetense, Ignacio Villaverde.
«El Ayuntamiento no va a darle la espalda», ha sentenciado, tajante, Moriyón, antes de insistir en que Gijón apuesta, y seguirá apostando, por la universidad pública, como también por la actividad económica y las inversiones que van a garantizar el sostenimiento de los servicios públicos «irrenunciables». En ese sentido, y siempre a juicio de la regidora, la defensa más férrea de lo público se hace «garantizando su futuro, su financiación y su porvenir»; de ahí que haya abogado por el esfuerzo colectivo en dicha defensa. Y ha concluido asegurando que la Universidad de Oviedo «es hoy mejor que ayer porque es capaz de aunar voluntades para lograr metas comunes», dirección en la que desde el Consistorio, aliado «leal» de la institución académica pública, van a «seguir firmes».
Ese último punto ha sido confirmado por Villaverde, quien ha concedido que la Universidad «siempre ha encontrado un aliado» en el Ayuntamiento de Oviedo en todos aquellos proyectos que han puesto encima de la mesa, y que han contribuido a que el de Gijón sea un campo de excelencia; en su opinión, es el ejemplo de cómo se tiene que sumar. «Lo importante es que aquí no se excluye a nadie», ha asegurado Villaverde, paso previo a su agradecimiento a Moriyón por haber hablado «tanto y tan bien» de la Universidad. Aun así, el rector ha reconocido que las universidades públicas están sujetas a un sistema normativo, que no le permite tener «la agilidad y la flexibilidad» de una universidad privada. Un problema «estructural», según Villaverde, que afecta no sólo a la asturiana, sino a todas las universidades públicas en España. De ahí que haya concluido haciendo un llamamiento a la definición de una estructura normativa que se adapte a las necesidades y singularidades de dichos centros públicos, y que les permita ser «ágiles».