La alcaldesa señala la construcción de la nueva Jefatura como piedra angular de esa pretensión; por su parte, la concejala de Seguridad Ciudadana, Nuria Bravo, ha prometido a los agentes que «las puertas de mi despacho siempre han estado, y estarán, abiertas»
Hoy lunes, 30 de septiembre, la Policía Local está de fiesta en Gijón. No, no hay frivolidad alguna en dichas palabras, ni tampoco implican que la ciudad a la que sus agentes deben lealtad haya quedado desguarnecida. Pero en este día, coincidiendo con la celebración de San Miguel, los principales mandos del cuerpo municipal, así como las autoridades de la urbe y sus compañeros del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, se han vestido de gala para conmemorar a el que es su patrón por antonomasia. Y así, congregados en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, los participantes en el acto no han ahorrado parabienes y agradecimientos para con una fuerza que, como todos los vecinos, aguarda con impaciencia la entrada en servicio de la que será su nueva Jefatura, instalada junto al Palacio de Justicia y que, si se cumplen los plazos, podrán ocupar a partir del próximo enero.
Ha sido una ceremonia sencilla, ágil, marcada por los reconocimientos y en la que han abundado los aplausos y felicitaciones. Durante el acto se ha procedido a entregar tres distinciones a otros tantos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: al Jefe de Seguridad Ciudadana de Comisaría de Gijón, Jesús Marcos Riaño; al teniente coronel de la Guardia Civil y jefe de operaciones de la Comandancia de Gijón, Emilio González Medina, y al sargento del Bomberos Miguel Rodríguez Menéndez. Además, se ha premiado la gran profesionalidad de la veterinaria en el Hospital Veterinario Asturias, Esther Sevillano Santamaría, por su atención de los perros de la sección canina de la Policía Local, como también se ha reconocido la aportación de pruebas irrefutables que lograron la identificación y posterior detención de un delincuente peligroso por parte de Sonia Fernández Menéndez. Pero, sin duda, uno de los reconocimientos más emotivos ha sido el brindado a José Castañón Cordero, quien entregó a las autoridades 10.324,08 euros encontrados en vía pública, que posteriormente pudieron devolverse a su legítimo propietario.
Además, se ha hecho un reconocimiento a varias instituciones por su colaboración con la ciudad y su cooperación estrecha con la Policía Local, como son la Asociación de Veteranos COE-72 y el Grupo Ciclista Buenavista. Paralelamente, se ha destacado la participación en un «arriesgado rescate» de una persona que se estaba ahogando, así como por su colaboración con los agentes de Policía Local que intervinieron después: Xune Álvarez Roces, Orián López Orviz y Borja Tuero González. Del mismo modo, se han distinguido a dos auxiliares de la Policía Local, que el pasado año han llevado a cabo intervenciones más allá de su deber: Roberto Barrios Plaza y Eloy Campo Fernández. Y, finalmente, se han hecho entrega, también, de diferentes menciones especiales a personal del Cuerpo de la Policía Local que se han destacado el pasado año por diferentes actuaciones.
«Gijón le debe mucho a su Policía Local», enfatiza Bravo
«Gracias, en nombre de Gijón, por hacer de la nuestra una ciudad mejor con esa decisión trascendental, que es fugaz pero a la vez tan profunda, de hacer el bien por los demás», ha agradecido la alcaldesa, Carmen Moriyón, en el transcurso de su intervención, durante la que ha confirmado la voluntad de su Gobierno de lograr que la Policía Local bajo su mando sea «una de las más punteras». Intención esta última para cuyo cumplimiento, de hecho, el futuro edificio jugará un rol capital; así lo ha manifestado la regidora, satisfecha de que, tras casi siete años de paciencia, ese proyecto ya casi «pueda tocarse con los dedos». Pero sus palabras no se han quedado ahí. Moriyón también ha reivindicado, fruto de la voluntad política del Ejecutivo municipal, el dedicar los recursos no sólo económicos, sino administrativos y humanos para empezar a cubrir las necesidades de personal, que eran «evidentes».
Por supuesto, en la alcaldesa no han faltado las palabras dedicadas a los miembros del cuerpo fallecidos, quienes «sabéis que siempre están en la cabeza y en el corazón», y ha concluido reiterando la capacidad de su Ejecutivo de «saber escuchar, atender y responder a las cuestiones que son de justicia». Un apunte ese último también compartido por la concejala de Seguridad Ciudadana, Nuria Bravo, quien ha garantizado a los uniformados que «las puertas de mi despacho siempre han estado, y estarán, abiertas a vosotros». Algo comprensible, por otra parte, a tenor de su cargo y de «lo mucho que Gijón le debe a su cuerpo de Policía Local, y lo mucho que esta ciudad ha crecido gracias a su labor», pero que también, proseguía la edil, ha tenido su traslación en el plano político. No en vano, a su juicio en lo que va de mandato se han saldado dos deudas históricas con esa fuerza: la convocatoria de una bolsa de personal que «cubra las plazas que llevaban demasiado tiempo vacantes» y el desbloqueo de esa nueva Jefatura, que «será la mejor de toda España».