La idea de Vox de lograr una oposición local a la modificación del Estatuto de Autonomía es tumbada con el rechazo de PSOE, IU y Podemos, y a la abstención de Foro; la tensión se dispara cuando Rouco acusa a la forista Montse López de «no saber leer»

¿Oficialidad del asturiano sí, u oficialidad del asturiano no? La cuestión, uno de los objetos de debate con más solera en el Principado, sigue pendiente, sin que se haya adoptado aún una posición definitiva, ni se haya alcanzado un consenso entre las distintas fuerzas políticas con representación en la región. Vox, por ejemplo, lo tiene claro: no. Así ha vuelto a quedar demostrado esta mañana, en el transcurso del Pleno ordinario de marzo celebrado en el Ayuntamiento de Gijón, y durante la cual la representante local de los de Santiago Abascal, Sara Álvarez Rouco, ha tratado de sacar adelante una propuesta para reprochar, a escala municipal, la posible, aunque muy dudosa, próxima modificación del Estatuto de Autonomía para conceder carácter oficial a la llingua. Su pretensión, no obstante, no ha salido adelante, al toparse con la oposición directa del PSOE, de Izquierda Unida (IU) y de Podemos, y la abstención de Foro, pero sí ha dado pie a algunos instantes tensos; uno de ellos, protagonizado por la misma alcaldesa, la forista Carmen Moriyón.
Los argumentos esgrimidos por Rouco no se han apartado de los ya expuestos en el pasado por Vox en la Junta General. A juicio de la edil, «es esencial que desde los Ayuntamientos se aporte un toque de realismo a lo que no deja de ser una cruzada interesada» por parte de la izquierda. Y es que, siempre a juicio de Rouco, carece de sentido ejecutar lo que en Vox entienden como una «imposición» cuando, actualmente, es «pequeñísima la proporción de asturianos» que hablan el asturiano, y que Rouco ha ubicado en el 2,7% de la población autonómica. Más aún, ese porcentaje se reduce hasta el 2% si se piensa en aquellos ciudadanos «capaces de escribirlo». Y es ese carácter minoritario el que ha enarbolado la concejala en el cierre de su primera intervención, afirmando, además, que «hasta ahora disponemos de suficiente libertad para expresarnos«.
«Pretenden polarizar, ensuciar y manchar nuestra cultura»
Montserrat López (Foro), concejala de Cultura
Llegó así el turno de reacción desde las restantes fuerzas, y fue la portavoz de Podemos, Olaya Suárez, quien abrió la veda. «¿Por qué Vox odia tanto a España?«, ha comenzado, aludiendo «a la España de verdad, no a la de su fantasía católica»; es decir a aquella España «plural», en la que «tienen cabida el gallego, el euskera, el valenciano…». En consecuencia, Suárez ha cargado frontalmente contra lo que entiende como un proyecto, el de los de Rouco, «basado en imponer a la fuerza una sola lengua, ideología y religión«, algo diametralmente contrario a la defensa de Podemos de «la paz, la diversidad y la riqueza cultural». Su estela la ha continuado la edil de IU Noelia Ordieres, para quien abordar la cuestión de la oficialidad «no es hablar de privilegios, sino de derechos»; concretamente, del derecho «a usar nuestra lengua con normalidad, sin justificarnos ni ser tratados como ciudadanos de segunda«. Más prosaico ha sido el portavoz de los socialistas, Luis Manuel Flórez, ‘Floro’, quien ha resaltado lo improcedente de la propuesta de Vox, toda vez que, de momento, «no se ha hecho ninguna modificación» de la legislación autonómica«. E incluso en Foro la concejala de Cultura, Montserrat López, se ha posicionado contra la idea de Vox, toda vez que supondría «votar sobre una ley inexistente y, por tanto, una pérdida de tiempo«. Eso sí, la edil forista prendía la mecha del enfrentamiento que se avecinaba al comentar que «pretenden polarizar, ensuciar y manchar nuestra cultura«, y aseverando que «es habitual que vengan a esta sala con debates estériles; nosotros tenemos muchos proyectos en marcha, y no vamos a perder el tiempo«.
Sólo el Grupo Municipal del PP se ha pronunciado verbalmente a favor de la idea de Vox, aunque centrando su discurso en la postura tradicional de su propio partido sobre el objeto del debate. De ello se ha encargado la vicealcaldesa, Ángela Pumariega, enfatizando que, si bien los populares son partidarios de «promover y promocionar el uso del asturiano», apelan a que se haga «sin imposiciones y en libertad«, rechazando «rotundamente» cualquier acción que, en opinión del PP, pueda entrañar una «obligatoriedad». Ahora bien, ni ese apoyo de los de Pumariega, ni el voto positivo y silencioso del concejal no adscrito, Oliver Suárez, han aplacado los ánimos en Vox. En su turno de cierre, Rouco ha lamentado que «las izquierdas se hayan lanzado a descalificar nuestra iniciativa«, aunque ha agradecido «el buen talante» demostrado por todos los intervinientes… Dejando expresamente fuera de ese ‘todos’ a Montserrat López. Visiblemente ofendida por las acusaciones previas vertidas por la forista, la portavoz de Vox ha teorizado conque López no comprendió con exactitud el contenido exacto de su propuesta. «A lo mejor es que no sabe leer«, le ha espetado. Y ha cuestionado la divergencias entre las posturas sobre el asturiano defendidas en la Junta General por el diputado Adrián Pumares, y las esgrimidas en el Consistorio. «Atrévase usted a decir por qué se abstiene«, ha desafiado Rouco a López. «¿Está demostrando que en su partido reina el caos, o simplemente es porque la trae Vox?«.
«Manchar y faltar; eso lo hacen con bastante frecuencia»
Carmen Moriyón (Foro), alcaldesa de Gijón
Esa mención directa a Pumares es la que ha dado paso al último acto del drama. Tan molesta como demostró estarlo Rouco, la regidora, Carmen Moriyón, también de Foro, ha tomado la palabra para censurar a la primera el haber utilizado «un tono faltón» en sus referencia a Montserrat López. «Le ha dicho que no sabe leer… Y a lo mejor la que no sabe escuchar es usted«, ha proseguido la alcaldesa. Y ha sacado a colación los polémicos carteles contra la oficialidad colocados por Vox en distintos puntos de la región en 2021, en los que se mostraba al citado Pumares y al presidente autonómico, Adrián Barbón, besándose, en un montaje acompañado de la leyenda «Los ‘Adrianes’ te quieren meter la llingua«. Aquella «ofensiva» campaña, ampliamente contestada y aún en el recuerdo, ha servido de munición a Moyrión contra Rouco. «Nosotros también tenemos familias y amigos», le ha reprochado. Y ha dado por zanjado el asunto reflexionando sobre un hecho: «Manchar y faltar; eso lo hacen con bastante frecuencia«.