José Manuel Zapico llama a rescatar dicho servicio del «abandono permanente que sufre», incluyendo la renovación de la flota de trenes y la modificación de horarios para adaptarlos al creciente número de usuarios
Es el gran campo de batalla político, sindical y hasta social en Asturias en lo que va de año. El principal foco de tensiones entre el Principado y el Estado desde que los problemas ganasen enteros a través del malestar social. Y este pasado domingo, en el marco de esa escalada, la problemática en torno a la situación del transporte ferroviario en la región ha regresado a escena. Esta vez, de la mano del secretario general autonómico de Comisiones Obreras (CCOO), José Manuel Zapico, que recurrió a su cuenta particular en la red social X para volver a exigir al Gobierno de la nación y, concretamente, a su área de Transportes, encabezada por el socialista Óscar Puente, más inversiones, más atención y, por encima de todo, más premura para acabar con los múltiples problemas que el servicio de Cercanías asturiano padece. Porque, a juicio del líder sindical, el modelo a seguir es simple, pues «tomar decisiones contundentes es el buen camino».
«Necesitamos unas Cercanías que se conviertan en el Metro de Asturias pero, para conseguirlo, el Ministerio de Transportes debe remangarse y poner punto y final a los retrasos e incumplimientos», planteó Zapico en el hilo abierto en X, recalcando que, en última instancia, es preciso rescatar ese medio de movilidad «del abandono permanente que sufre en Asturias. Es el medio de transporte diario de decenas de miles de personas y un servicio público esencial. Necesita inversiones y actuaciones urgentes, especialmente FEVE, para recuperar la confianza». Las zofras parecen avalar la perentoria exigencia del sindicato. A fin de cuentas, la aspiración general es lograr que las Cercanías «sean el Metro de 800.000 personas». ¿Cómo lograrlo? De entrada, renovando completamente la flota de trenes, «que sufre aluminosis por abandono y desidia. Hay que ejecutar con urgencia los 1.500 millones comprometidos. Tolerancia cero con los incumplimientos».
Eso, en cuanto a lo material, pero en un plano más funcional hace ya años que los viajeros protestan por el escaso ajuste de los horarios a las necesidades reales de una población que demanda cada vez más el transporte público. También ahí, para CCOO, habría que tomar medidas. «Llevamos tiempo reclamando la reforma de la malla horaria, porque no podemos seguir viajando con horarios y frecuencias diseñados hace medio siglo. El tren es un medio de transporte con futuro, rápido y sostenible», sintetizaba ayer Zapico. Finalmente, y aunque pasando a un escalón diferente del de las Cercanías, el máximo representante asturiano del sindicato demandó el cumplimiento «del mandato de la ciudadanía, que apuesta por la parada del primer AVE de la mañana en el Caudal. La alta velocidad debe de contribuir a la cohesión territorial, y no a generar más brechas. En octubre tiene que tener solución». Así las cosas, no sorprende que la despedida de Zapico en X tuviese, una vez más, la forma de un ultimátum. «Queremos menos palabras y más hechos».