La actriz, modelo e influencer asturiana, que ha disfrutado de unos días de asueto en su pueblo natal, de las fiestas patronales del lugar… Y, por supuesto, de la sidra, demostrando nuevamente su talento para el escanciado
Ya sea entre sus nativos o sus adoptados, Asturias tira. Siempre. Por lejos que se esté de la tierra, el Principado tiene la incuestionable cualidad de suscitar la nostalgia más profunda cuando se está lejos, y el firme deseo de regresar si la ausencia se prolonga durante demasiado tiempo. Paula Echevarría siempre vuelve. Particularmente a su Candás natal. Y si, a mayores, coincide que se están dando las fiestas de San Roque, mucho mejor. Una genuina alineación astral que, por azares del destino, se dio este pasado fin de semana. La actriz, modelo e influencer recaló en la capital del concejo de Carreño para disfrutar de las celebraciones patronales con su familia y amigos… Y, cómo, también para demostrar una vez más su talento a la hora de escanciar sidra, incluso en horario nocturno.
«Es como montar en bici… ¡Nunca se olvida!», aseguraba Echevarría en una storie compartida en la noche del sábado al domingo en su cuenta de la red social Instagram, mientras, botella en mano, servía un culete con mucho arte y bastantes aplausos a su alrededor. El gesto cosechó no pocas alabanzas en dicha plataforma, aunque no tantas como el vestido bohemio que lucía, diseñado por la firma de moda australiana Spell, y que ha acaparado comentarios de toda índole, abrumadoramente positivos, tanto en redes como en espacios especializados en tendencias. Eso sí, no ha sido el único outfit llamativo de la artista durante sus jornadas en Candás… Su vestido boho de Fetiche Suances, combinado con sandalias Vanlentino, o su mono blanco de Pedro del Hierro, tampoco han andado escasos de admiradores deseosos de imitarlos.