El joven asturiano ha sido el primer español en participar en el circuito mundial de Longboard de la World Surf League y tras su vuelta asegura que «como en casa, en ningún sitio»
Nicolás García Andrade, asturiano de 20 años, ha sido el primer español en participar en el circuito mundial de Longboard de la World Surf League que se ha celebrado durante los pasados meses. El joven, criado en las aguas de las playas de Salinas y San Lorenzo, es un apasionado de este deporte que practica desde que tiene tan sólo, seis años.
Cuéntenos, ¿Quién es Nicolás García y cómo empezó en el mundo del longboard?
Tengo 20 años y últimamente me dedico al cien por cien a lo que más me gusta y disfruto, el longboard. Intento mejorar cada día. Empecé en esto gracias a mi padre y a sus amigos, aproximadamente desde los 6 y 7 años. Primero, empecé a competir en festivales y entre amigos y luego pasé a las competiciones nacionales y claro, regionales. Hasta hoy, que hago circuito nacional. Para mí, esto sigue siendo un hobbie, sigo pasándomelo bien.
Además, estudio Ciencias del Deporte en Coruña, para compaginarlo con el surf. Mi principal idea es ser profesor y poder compaginarlo con el longboard. Los niños se me dan bien, di bastantes clases en escuelas.
Ya que entre las personas de fuera del ‘mundillo’ se confunde, explíquenos: ¿Cuál es la diferencia entre surf y longboard?
El longboard no es el deporte por el que se decantan los jóvenes porque lo que se ve en la playa son tablas cortas pero yo, animo a la gente que empiece porque es una disciplina diferente, pero es mucho menos competitivo y disfrutamos mucho más. Nosotros no reventamos la ola, los surferos son mas agresivos y se lo toman más enserio. A mí, me gusta mas la tranquilidad del longboard: los de tabla corta se lo toman muy enserio y nosotros es una competición pero entre colegas, nos divertimos y sí pasamos, bien, y sí no, no. Es un espíritu mejor y que me gusta.
Lo que intento es surfear siempre como lo hago normalmente y así, siempre me sale muchísimo mejor. Si me centro en maniobras o en la competición, pierdo mi esencia.
¿De dónde le vienen esa pasión por el mar y este deporte?
Desde muy pequeño mi padre surfeaba y nosotros los fines de semana, las vacaciones, íbamos a la playa. Mi familia tiene una gran relación con el mar y siempre que podíamos íbamos. Mi padre además, hacía limpiezas de playas y otras actividades muy ligadas al mar.
¿Qué tienen de especial las playas de Asturias….y las de Gijón?
Cada vez que me voy siempre acabo diciendo que como en casa en ningún sitio. Surfear con mi gente, en Gijón o en Salinas, es de lo mejor que hay. Disfruto mucho. En cuanto a las playas, donde suelo entrenar, que es en la playa de Salinas, tiene una constancia, una calidad, un buen ambiente en el agua que… es la mejor playa del norte de España.
¿Cómo le ha ido en el Mundial?
A nivel competitivo ha sido una experiencia nueva porque nunca estuve en ese nivel. Fue difícil, me costó adaptarme al ritmo de la competición. Y sabía por donde iba, pero me costó adaptarme a lo que pedían los jueces. A lo largo de la pruebas, fui cogiendo aprendizaje y supe adaptarme mejor a lo que pedían y aprender para poder volver y hacer un mejor resultado.
A nivel personal, fui el primero de la historia en alcanzar el Mundial y me siento un poco, como el primer español que ha empezado en esto y sólo espero que sean muchos más en el futuro. Fue abrir un poco las puertas de este deporte en España para que sepan que, con esfuerzo y constancia, se puede llegar. Aprendizaje a tope, de surf, de inglés, de mí mismo, de mi surf, he conocido mucha gente…todo cargado de ventajas que suplen el mal resultado.
¿Planes de futuro?
Ahora este año he decidido coger media matrícula y sólo estaré en la Universidad el primer cuatrimestre. El segundo, lo dedicaré al surf. Quiero ir a Australia o a México para pasar unos meses y surfear al cien por cien, entrenar. Unos meses de preparación para volver a entrar el año que viene.
Sobre el mes de abril voy a un campeonato privado en México y en marzo, a Australia. Campeonato de España y de Europa, en agosto.
¿Qué opina usted del mundo del surf? ¿Se está mercantilizando? ¿Se ha perdido la esencia de comunidad?
Sí, yo creo que se está empezando con el negocio desde la base, con las escuelas, porque son una máquina de facturación importante y eso genera que la gente se sume al surf sin saber muy bien de qué va. Pero en mi campo, el longboard, creo y pienso que todo sigue igual, no hay malos rollos.
Ahora, en las competiciones de surf van a las playas donde se pone dinero y no se mira por el competidor. Por ejemplo, si una empresa lo quiere hacer en una playa concreta y pone el dinero, se hace, da igual las condiciones del mar, si son buenas para competir… Yo, en Salvador, que está metiendo mucho dinero, me di cuenta que no se adaptaban las playas para el longboard. Y el campeonato del mundo se va a hacer allí.
Y ya por último, ¿Cómo se financia todo esto? ¿Tiene alguna ayuda de federaciones, entes públicos?
Actualmente estoy buscando un ‘sponsor’ para hacer el circuito e intentar volver y hacer todos los festivales. La Federación de Surf me ayudó bastante durante el Mundial, pero es el primer año en el circuito.
Además, tengo un ‘crowfounding’ hasta noviembre, que pueden ver a través de mi perfil en Instagram, para poder ir al Mundial. Me lo he financiado yo todo durante los últimos años.