“Tengo mucha ilusión por unos terceros Juegos Olímpicos, sigo con las ganas y quiero disfrutar del hockey”
“Hay cantidad de deportistas súper importantes en Asturias y eso significa que se están haciendo las cosas bien”
María López (Gijón, 1990) apura sus vacaciones antes de ponerse de nuevo el mono de trabajo. Ha sido un verano diferente, pero eso también le ha servido para aprovechar más tiempo con los suyos. Tres niñas se quedan mirándola mientras paseamos por las instalaciones del Grupo de Cultura Covadonga. “Creo que te están mirando a tí, María”, le comentamos, ante lo que ella se extraña. A la jugadora de hockey todos la conocen en casa, en Gijón y en ‘su casa’, el Grupo. Al lado de la pista que la vio crecer charla con miGijón sobre los Juegos Olímpicos, la temporada o el futuro.
Qué poquito le queda para volver.
La verdad es que sí, una semana. Por suerte pude disfrutar de Gijón tres semanas, mucho más que otros veranos así que no me puedo quejar.
Esta semana le recibía el presidente del Principado, Adrián Barbón y hace unos días un homenaje del Ayuntamiento de Gijón. No para.
No, y se agradece que se acuerden de ti en estos actos. Tengo que decir que me siento una privilegiada porque hace cinco años volvía de Río y, por decirlo de alguna manera, parecía que nadie se acordaba. En cambio la situación ahora es totalmente distinta.
Ya que la tengo aquí permítame conocer una privacidad. ¿A Barbón le gusta el hockey?
(Risas). Él no especificó con el hockey, pero sí dijo que no se consideraba muy fan del deporte. Con estos Juegos fue diferente porque me dijo que sí los había seguido, le habían enganchado y le emocionaron.
¿Sería necesario que las administraciones apoyaran más a sus deportistas?
Lo eso y cuanto más se haga por el deporte, todo ayuda. Si las administraciones nos apoyaran más, obviamente, ayudaría a fomentar el deporte minoritario y, a poder ser, femenino también.
¿Le han dicho alguna vez que tiene buen toque de balón?
(Risas). No, y después de verme, menos todavía.
Hacer un saque de honor en tu ciudad, en El Molinón y ante más de 10.000 personas ¿es como un regalo de Reyes?
Totalmente. Es algo que me hizo mucha ilusión y además junto a dos medallistas olímpicos y grandes personas como Saúl Craviotto y Raúl Entrerríos. Lo disfruté muchísimo y fue un lujo.
Tokyo 2020 se cierra con un diploma olímpico. ¿Fue cruel la eliminación con Gran Bretaña?
Sí, fue cruel porque todas teníamos una ilusión enorme por pasar a luchar por las medallas. Antes del torneo te sueles marcar unos objetivos y, aunque es cierto que no empezamos la competición de la mejor manera, partido a partido íbamos de menos a más. Teníamos buenas sensaciones y entre todas nos mirábamos y veíamos que podíamos conseguirlo porque competíamos bien, jugándole de tú a tú a equipos del top 3 del ranking mundial. Cuando empatamos el partido, estaba convencida de íbamos a ganar en los shoot-outs. Al final no es que sea una lotería, tampoco cuestión de suerte porque todo eso se entrena. Parece que si pierdes es lotería y si ganas es porque lo has trabajado mucho.
¿Qué le faltó al equipo para estar en la lucha por los metales?
Los partidos en el hockey se ganan y se pierden en las áreas y quizá faltaron detalles. Estamos todas a tanto alto nivel que lo que marca la diferencia son esas pequeñas cosas: que te entre una ocasión que tengas, que pares un ataque del rival y en los shoot-outs, esta vez, ellas fueron mejores. Igual tenemos que entrenarlo más y trabajar en ello.
Al final, los Juegos se disputaron sin público. ¿La sensación era más de un entrenamiento que de un partido?
No porque llevábamos un año acostumbradas a jugar sin público prácticamente y, sí es cierto, que la ausencia se notaba, pero cuando suena el pitido inicial te metes en el partido y te olvidas de lo que hay alrededor.
Aislados en la villa olímpica por la crisis sanitaria ¿ha sido lo que esperaba?
Me ha sorprendido un poco porque había bastante libertad si comparamos con lo que esperaba. Íbamos con mascarilla a todos los sitios, test de antígenos diarios, toma de temperatura… pero dentro de la villa era bastante parecido a Rio: el comedor, las zonas comunes… Se respiraba el mismo ambiente olímpico que hace cinco años.
“Cumplir 200 partidos con la Selección son muchos años dejando todo de lado por seguir jugando”
Tuvieron un primer compañero inesperado: el virus del seleccionador. Además de trastocar los planes en cuanto al trabajo, ¿esto pasa factura anímicamente?
Sí. Cogió el coronavirus un mes antes y fuimos a Tokio sabiendo que esto podía pasar porque si te quedan restos y en el test sale positivo cabía la posibilidad del confinamiento. Llevábamos una semana de adaptación, pasando controles, todos negativos y justo el día del debut, a tres horas de comenzar, nos dijeron que el entrenador no podía estar con nosotras. Intentábamos que eso no se notara, pero en el fondo algo se le echó de menos.
Durante la cita olímpica cumplió 200 partidos con la selección. La última vez le dije que era la Sergio Ramos del hockey y usted me dijo que había gente que le superaba. Lo cierto es que si miramos la clasificación histórica de futbolistas con más partidos internacionales no la supera nadie. ¿Cómo se queda?
Alucino porque no lo sabía (risas). Es motivo de orgullo. Todas sabemos que llegar a 200 partidos es muy difícil porque son muchos años dejando todo de lado por seguir jugando a hockey con la Selección. Se valora mucho por todo el esfuerzo y sacrificio que hay detrás.
Lo que está claro es que el nombre de Gijón y Asturias ha volado alto. Además de su presencia pienso en Saúl Craviotto, Raúl Entrerríos, Pablo Carreño, el entrenador de Ray Zapata, Benjamín Bango… ¿Qué significa esto para usted?
El hecho de que salgan tantos deportistas y medallistas olímpicos tiene que ser un motivo de orgullo para todos los gijoneses y asturianos. Pienso también en Jessica Alonso de balonmano, Ángela Pumariega en vela, Juan Fernández de hockey, Masángeles Rodríguez… Hay cantidad de deportistas súper importantes en Asturias y eso es algo a valorar porque significa que se están haciendo las cosas bien para que salga gente tan buena.
Y mucho grupista.
De eso todavía estoy más orgullosa porque tengo la suerte de conocer muchos clubes de España, incluso de Europa y realmente creo que no hay ninguno de la calidad del Grupo Covadonga con tantas disciplinas y deportistas válidos. Es algo digno de admiración.
Faltan tres años para la cita de París. ¿A por sus terceros Juegos Olímpicos?
Si me lo preguntas ahora te digo que sí. Tengo mucha ilusión, sigo con las ganas y quiero disfrutar del hockey y de lo que me aporta. Es verdad que el seleccionador tiene que hablar con nosotras, plantearnos como va a ser de aquí a tres años y ver lo que pasa.
Decía Saúl Craviotto que la capital gala está aquí al lado y se puede ir en coche. Igual podrán hacer el viaje juntos desde Gijón.
¡O alquilamos una furgoneta y nos vamos todos para allá!
Y en 2022, el Mundial en España. ¿Es especial?
Este bloque ya vivió un Mundial que acabó de manera increíble quedando terceras del mundo, pero que se haga en casa nos hace una ilusión tremenda. No me quiero imaginar como estarán mis compañeras de Terrasa que son unas cuantas. El hecho de que se haga aquí hará que muchos de nuestros familiares, amigos y aficionados al hockey puedan ir a vernos y apoyarnos. También es verdad que nos va a generar algo de presión por el hecho de jugarlos en casa, pero se van a poder preparar muy bien y ojalá saquemos muy buen resultado.
¿Ser en anfitrión es una doble vara?
Totalmente porque el hecho de que sea en casa exige más. A eso le sumas que venimos de tener un muy buen resultado en la anterior cita con lo que nos pondrán arriba. Solo nosotras sabemos lo difícil que estar ahí. Obviamente Holanda está por encima, pero el resto de selecciones estamos a un nivel muy parejo y cualquiera te puede ganar.
En cuanto a su equipo, el Club de Campo Villa de Madrid, ¿la Liga y la Copa de la Reina vuelven a estar entre sus objetivos?
Yo lo firmo. También tenemos el Campeonato de Europa, es muy difícil pero alguna vez tiene que ser. Hay un equipo muy bueno, con mucha experiencia, mucho talento e igual es el momento.
¿Nota que la gasolina se va acabando o tenemos María López para rato?
No me hagas esa pregunta (risas). Te quiero decir que no y que dure mucho, pero no lo sé. Ahora mismo tengo mucha ilusión y ganas, pero a lo mejor en unos años me aparecen otras prioridades en la vida y no se sabe. Aplico la frase del Cholo Simeone partido a partido, pero yo año a año.
Su agenda está repleta, pero también hay tiempo para bailar en bodas o un encuentro con amigos en merenderos. ¿Es usted disfrutona?
Intento aprovechar todos los momentos que me regala la vida. Cuando vuelvo a Gijón trato de volver a ver a todos mis amigos de hockey, del colegio, estar con mi familia… por casa estoy poco, la verdad.