La zona afectada por el argayo que se desprendió el pasado 10 de noviembre en el kilómetro 76 ha reabierto al tráfico desde el miércoles: «Nos ha llamado mucha gente preguntándonos»
Sobre el arreglo provisional al argayo de la autopista del Huerna hay mucha expectación y las novedades se van sucediendo cada poco: los desvíos por Pajares, los avances a los trabajos de Aucalsa (empresa concesionaria de la A-66), el bypass, la reapertura… Y desde que este miércoles el tramo afectado recuperase el tráfico, ha habido mucha expectación por parte de conductores, chóferes de camiones y viajeros que, con preocupación, han continuado siguiendo la actualidad sobre cómo se iba a proceder con la reapertura.
En mitad de esta expectación, en las últimas 48 horas comenzó a gestarse el rumor de que se había establecido un radar en la zona del bypass que ha terminado requiriendo aclaración por parte de la Delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra. Lastre ha aclarado ante los medios que «no hay un radar, al menos no uno que multe» durante un acto al que asistió ayer en Oviedo. «Hoy nos ha llamado mucha gente preguntándonos si había un radar. No, no hay un radar, ¿vale?», zanja la dirigente.
Las labores de reapertura desde que se produjo el desprendimiento de tierra el pasado 10 de noviembre han consistido en la realización de un desvío de 270 metros de longitud en los cuales se dispone un carril de bajada sentido Asturias y dos carriles de subida sentido León, separados por una barrera rígida de hormigón tipo New Jersey, con una anchura de cuatro metros cada uno para permitir el paso de las quitanieves. Para poder encajar los tres carriles del desvío, más la barrera dinámica y su resguardo de trabajo se ha tenido que realizar un desmonte en roca, el cual se ha requerido el empleo de explosivos y medios mecánicos.