La jugadora de bádminton, ganadora del Premio de los Deportes, se ha confesado «agradecida y muy emocionada» por su elección, que constituye un reconocimiento «a valores como el sacrificio, el esfuerzo, la dedicación y la resiliencia»
Sorprendida, emocionada, incrédula, desconcertada… Es difícil atinar a la hora de describir las emociones que, aún a estas horas, embarga a la jugadora española de bádminton Carolina Martín, elegida este mismo miércoles como merecedora del Premio Princesa de Asturias de los Deportes de este 2024. Aun así, ha reunido la entereza necesaria para asegurar estar «agradecida y muy emocionada», pese a no tener «palabras» para describir lo que, en último término, es «un sueño que ahora se ha hecho realidad», y «un reconocimiento» a toda su carrera deportiva.
«No sé por dónde empezar, no tengo palabras suficientes, pero gracias al jurado por haber pensado en mí y por haberme elegido ganadora, es un sueño. Hace varios años lo hablaba con mi madre y soñaba con conseguir este premio y se ha hecho realidad», ha recalcado la onubense, en rueda de prensa en el Consejo Superior de los Deportes (CSD), donde estuvo acompañada por la ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, y por el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes. Como no podía ser de otro modo la atleta, campeona olímpica en Río de Janeiro, triple campeona del mundo y heptacampeona de Europa, se mostró «agradecida y muy emocionada», y confesó que, cuando recibió la llamada este miércoles por la mañana, tuvo que dejar de entrenar y se puso «a llorar».
«Puestos a pedir, vamos a pedir la medalla de oro en París», ha bromeado
Marín ha dado las gracias a su equipo, a su familia y, sobre todo, a su padre y a su madre por darle «la oportunidad» de mudarse a Madrid cuando tan sólo tenía catorce años, para demostrar su potencial en «un deporte tan desconocido», y pese a que era una joven «un poco más loca de lo normal». Y ha reflexionado que, «gracias a todos lo éxitos que he conseguido, en España se habla de bádminton, y eso es orgullo muy grande». Más aún, la galardonada admitió que no sabía que estaba nominada al Princesa de Asturias. «He recibido mensajes urgentes de mi madre, que me decía que cogiera la llamada. Al principio me puse en lo peor, pensando que había pasado algo malo en la familia, pero luego me llamó un número que no tenía agendado y me dijo esto», ha explicado con satisfacción la tres veces campeona del mundo.
Puesta a hacer revelaciones, Marín también ha confesado hoy que su primera reacción fue darle un abrazo a su preparador físico, y llamar a su madre y a su entrenador porque «son las personas más importantes», y no se puede sentir «más agradecida y mejor rodeada» por ellos. «Este es un reconocimiento a toda mi carrera deportiva, a todos los valores de sacrificio, esfuerzo, dedicación, resiliencia… Hemos superado todos los obstáculos en el camino y hemos ido cumpliendo todos los objetivos y sueños que me he marcado», manifestó. Y es que la andaluza tiene claro que ahora su objetivo es conseguir «una segunda medalla olímpica en París». «Lo primero que le pido a lo que queda de 2024 es salud, que me respete mi cuerpo estos dos meses y medio, que me deje entrenar y disfrutar de este camino hasta el 27 de julio que empiezo a competir. Pero por pedir, vamos a pedir la medalla de oro», dijo con determinación y alegría.